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Crecí con los Ronaldos, los Zidane, escuché hablar de los Guardiola, también sufrí con Stoichkov sin entender del todo su talento y es que ese día Bulgaria no fue más que México. Admiré el talento de Riquelme y una que otra vez intenté los trucos de Ronaldinho, siendo del Madrid me emocioné con goles de Dinho en Stamford Bridge (punterazo al Chelsea) y en El Madrigal (Chilena al Villarreal) a la par de esas actuaciones memorables se gestaban dos extraordinarias promesas futbolísticas, mismos que aunque hoy viven sus últimos años de gloria, han dejado la vara muy alta.
Uno de ellos parece venir de otro planeta, ha tenido que cargar con la maldita comparación de un barrilete cósmico que brilló a mediados de los ochenta, el otro bien podría ser un prototipo perfecto de evolución, un robot creado para competir y ganar en cualquier galaxia.
En estos días se ha dado a conocer la lista de 30 jugadores que buscan el Balón de Oro de France Football, recientemente el premio The Best de la FIFA entregó el galardón a Modric, Griezmann quiso presionar con declaraciones donde hacía referencia que ya estaba a la altura de Messi y Cristiano, la polémica se abrió al ver que el argentino del Barcelona no alcanzó a entrar ni a la terna, y aunque parece sano que ya el premio lo ganen otros futbolistas, es una realidad que resulta difícil deshacernos de los últimos genios. El listado de la revista francesa para este año entrega 30 nombres, de los cuales, como casi en toda premiación, existen incongruencias, desde mi punto de vista el nivel mostrado por Benzema en el último año no le tendría que alcanzar ni para un Top 50.
Será el próximo diciembre cuando se conozca al mejor futbolista del mundo 2017-2018, en los próximos días esa lista se reducirá a 10 jugadores para al final conformar la terna, opciones hay muchas, analizando el futbol mostrado en el año resulta complejo elegir tres, por tanto señalar al indiscutible es un auténtico examen de posgrado. La disyuntiva de siempre nos lleva a analizar al mejor futbolista en cuanto a su calidad, no obstante, esa calidad tiene que reflejarse en títulos, la esencia del deporte mismo reclama ello.
Con dichos parámetros podrán hacer su terna y seguramente en el análisis encontrarán injusticias, es ahí donde radica la complejidad disfrazada de polémica. En el análisis a nivel de clubes, Salah, Cristiano y Messi tendrían que estar ahí, sin embargo al ser un año mundialista, Modric y Griezmann toman relevancia y si algo estoy seguro es que hoy a mi terna le sobran dos nombres.
Griezmann dice que ya come en la mesa de Cristiano y Messi, la verdad no le creo, tampoco considero que Modric ganará de forma consecutiva premios, Neymar ha sido inconstante y aunque Salah y Mbappé ilusionan, prefiero esperar y no comparar, si algo aprendí en este último tiempo con Messi y Cristiano, es que el futbol es de épocas y que será muy difícil encontrar a dos tipos tan dominantes coincidiendo por un balón.
El futbol, juego infinito como bien lo llama Jorge Valdano, nos pone contra la pared, porque ni Messi es un extraterrestre, ni Cristiano un robot, ambos ya van de salida y aunque todavía seguirán ganando títulos, nos costará muchísimo encontrar un Balón de Oro habitual, difícilmente volveremos a encontrar una competencia solo de dos.
