Unos científicos descubrieron de una forma muy extraña el secreto oculto en la lengua de los gatos
Los gatos tienen misterios ocultos hasta en la lengua.
De acuerdo con un reciente estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), que los gatos ocupen una cuarta parte de su día lamiendo su pelaje, no solo es por ocio: sino por higiene. Y en parte, esto se debe a las características tan específicas de sus lenguas.
A simple vista, la lengua de un gato luce normal, pero de cerca son como un erizo de mar color rosado. Según el estudio, estas cientos de espinas -llamadas papilas- curvadas hacia la misma dirección son las responsables de mantener acicalados a los gatos. Mientras el gato se lame a sí mismo, sus papilas, que de alguna están contenidas de unos 4.1 microlitros de saliva, al momento de los lengüetazos se distribuye este fluido alrededor de todo el pelaje provocando, al parecer, una sensación refrescante en su piel.

Sin embargo, como explican en National Geographic, "el alivio que experimentan los gatos tras el aseo depende de si las papilas pueden penetrar en el pelaje hasta llegar a la piel". Lo que podría explicar la razón por la que a ciertas razas domésticas, como al gato persa, pueda serle complicado llevar a cabo esta tarea.

Aunque de acuerdo con David Hu, coautor de este trabajo, ya había estudios que confirmaban cómo la ausencia de lengüetazos en el pelaje de los gatos aumentaba la cifra de pulgas, ellos han sido "los primeros en descubrir que las papilas tienen un hueco que está involucrado en los lametones”, declaró el investigador a la agencia de noticias científicas SINC.
El estudio se basó en el análisis de los lengüetazos de seis especies de felinos
–gato montés, puma, irbis, tigre y león– , con ayuda de grabaciones en cámara lenta, técnicas tomográficas computarizadas y medidas de potencia del lamido, según NatGeo. Pero lo más extraño del descubrimiento, es que
los investigadores Alexis Noel y David Hu ocuparon la lengua cortada de una gato para simular el lamido.

