Francia tiene una espectacular abadía construida sobre una isla
El Monte Saint-Michel es conocido alrededor del mundo por las impresionantes postales que nos regala. Se trata de una vieja abadía y una villa construidas sobre una isla de difícil acceso.
Pero, ¿qué llevó a los franceses a construir una abadía en medio de la nada?

De acuerdo con la tradición, a principios del siglo XVII, el obispo Aubert, de la comunidad de Avranches, aseguró que el arcangel Miguel le pidió que le construyera una iglesia en la cima de la isla. Entonces, desde el 966, los duques de Normandía apoyaron que se comenzara la construcción.
Desde entonces, la abadía se convirtió en un punto al que varios católicos peregrinaban, pero también un centro de conocimiento, ya que fue fundada por monjes benedictinos.
Su arquitectura tiene restos de un periodo romano, pero es en su mayoría, de estilo gótico, por lo que en su exterior e interior encontrarás altas paredes, espacios abiertos y siluetas afiladas.
Eventualmente, se construyó una barrera en la base de la isla para protegerla de las fuerzas armadas inglesas. También con el tiempo se construyeron a su alrededor los edificios de una villa que se formó en los siglos XV y XVI.

Actualmente, esta villa alberga hoteles, museos y tiendas para los turistas así que también hay mucho que ver ahí.