6 cosas que a los extranjeros les parecen extrañas de los mexicanos
Los mexicanos somos únicos en nuestras tradiciones y en nuestras acciones de la vida diaria. A veces es solo a través de los ojos de un extranjero o turista que nos detenemos un minuto a pensar realmente en lo insólito, contradictorio o incluso inexplicable de nuestros hábitos.
Estas son 6 cosas que a los extranjeros les parecen extrañas de los mexicanos y que tú probablemente ni siquiera puedas explicarles.
La relatividad de nuestro tiempo
El ejemplo más claro es el "ahorita". ¿Qué significa cuando alguien te dice que "ahorita" llega al lugar en el que se citaron? Lo cierto es que no hay manera de saberlo.
Tomemos ese mismo ejemplo para hablar, también, de cómo para los mexicanos es completamente normal llegar tarde. Tanto, que cuando quedas de verte con alguien, la norma es citarse con media hora de anticipación para que los dos tengan un margen de impuntualidad.

La famosa "mordida"
En México le compramos un pastel al cumpleañero con la única intención de pedirle que lo muerda y "aventarlo". Es decir, embarrar su cara en el pastel. ¿Por qué lo hacemos? No lo sabemos, pero es una de las más divertidas y temidas tradiciones de las familias.
¿Por qué hacemos de lo dulce algo picoso?
Ya sean paletas, tamarindos o frutas, a todo lo que debería ser dulce, le ponemos chile o chamoy, lo cual parece omitir el objetivo de comer una golosina.
Ponerle limón a todo
Es un caso parecido al anterior, pero la verdad es que a todas nuestras comidas les ponemos limón. Ciertamente tiene algo que ver con la acidez que buscamos en las salsas y chiles simpre presentes en nuestros hábitos alimenticios.
Los apodos siempre presentes
Levanta un minuto tu cabeza y voltea a ver (si hay) a las personas presentes en la habitación. Podemos asegurarte que ya sean tu familia, amigos o compañeros de trabajo, al menos uno de ellos tiene algún apodo como el chino, el güero, la flaca u otros.
La sobremesa
En otras partes del mundo, comer solo implica sentarse a la mesa y terminarse los alimentos, pero en México significa que pasarás al menos dos horas más chismeando sobre todos los temas posibles con otros comensales.