En medio de una multitudinaria manifestación de venezolanos que se reunieron para oponerse al régimen del presidente Nicolás Maduro, el representante de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, se autoproclamó presidente encargado de Venezuela.
Invocando los artículos de la Constitución, e incluso a Dios, juró “asumir formalmente las competencias del Ejecutivo Nacional”. “Si desistimos todo ese esfuerzo se habrá perdido en vano, si insistimos y salimos a la calle por la libertad el sacrificio habrá valido la pena”, dijo.
De inmediato, la Casa Blanca, en donde Guaidó ha sido descrito como el nuevo rostro de la oposición por sus “ideas refrescantes y habilidades de liderazgo”, fue reconocido como presidente interino. “El presidente @realDonaldTrump ha reconocido oficialmente al presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, como el presidente interino de Venezuela”, escribió en Twitter la Casa Blanca.
Además, junto con Estados Unidos, los gobiernos de Canadá, Brasil, Colombia, Perú, Ecuador, Costa Rica, Chile y Argentina, reconocieron como presidente interino a Juan Guaidó. Sin embargo, “de momento no hay un cambio de postura respecto a Venezuela, México sigue reconociendo a Nicolás Maduro como presidente del país”, señaló a El País, Jesús Ramírez, el portavoz del Gobierno de López Obrador.
Según el diario, Ramírez explicó que una de las razones para no apoyar a Guaidó, al menos por ahora, es la defensa a la política de no intervención. Como ocurrió a principios de enero, cuando se abstuvieron de firmar el acuerdo del Grupo de Lima que rechazaba al nuevo Gobierno de Maduro.
La Secretaría de Relaciones Exteriores emitió después un comunicado en el que “urge a la sociedad venezolana a encontrar una solución pacífica a sus diferencias”, tomando como partida las acciones de otros gobiernos como el de Uruguay, España y Portugal o la misma Organización de las Naciones Unidas.
Desde horas antes, en Caracas, miles de venezolanos gritaban “¡Libertad! ¡Libertad!”, quienes habían sido convocados por la oposición para obligar a Nicolás Maduro a dejar su mandato, el mismo día en que se puso fin a la
dictadura del general Marcos Pérez Jiménez, en 1958. En entrevista con The New York Times, una mujer de 46 años confesó no tener más miedo. “Hoy necesitamos que todos participen para rescatar a nuestra patria”, expresó.
