Durante el fin de semana, estados como Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Guanajato o el Estado de México se vieron afectados por el desbasto de gasolina en las estaciones de servicio.
Aquí te explicamos qué fue lo que pasó.

A través de un comunicado emitido el 6 de enero, Petróleos Mexicanos explicó que “Como parte del Plan Conjunto del Gobierno de la República para combatir el robo de combustibles, se ha privilegiado el uso de medios de transporte más seguros, lo que implica cambios en la logística de entrega a las estaciones de servicio”.
Durante su conferencia mañanera, el presidente Andrés Manuel López Obrador abundó en este tema, mencionando que se cerraron los ductos que abastecen las gasolineras con el objetivo de eliminar el robo de combustible por esta vía.
Esta es, además, la justificación más comentada entre los expertos. En entrevista con el diario El Financiero, por ejemplo, Ramsés Pech, analista de energía, señaló que “no puede hablarse de un desabasto; se creó una falta de envío a las estaciones de servicio por una logística inadecuada”.
Hasta que se reabran los ductos de Pemex, el gobierno estará utilizando pipas privadas para transportar la gasolina. Esta medida ha sido criticada por resultar más cara y lenta que la manera tradicional.
Incluso López Obrador aceptó una de esas críticas: “pues sí (es más costoso utilizar pipas), pero es muchísimo más caro que se la roben”.
Por su parte, Gonzalo Soto, editor de Bloomberg Businessweek México, comentó para el programa La Nota Dura que la distribución por pipas “aritméticamente no te da la suma para poder llevar la gasolina”. Explicó que “en México, la demanda es aproximadamente de un millón de barriles diarios y las pipas tienen una capacidad de 15 mil litros”.