Es oficial: Andrés Manuel López Obrador es el nuevo presidente de México, luego de que rindiera protesta de su puesto frente al Congreso de la Unión y de que el ahora expresidente Enrique Peña Nieto le entregara la banda presidencial.
Durante su primer discurso como presidente, López Obrador aseguró que “no tengo derecho a fallar” al mismo tiempo que inauguró “por mandato del pueblo, la Cuarta Transformación política de México. Puede parecer pretencioso, pero hoy, no solo inicia un nuevo gobierno, inicia un nuevo régimen”.
Explicó, además, en lo que se diferenciará su gobierno de los anteriores: “la honestidad y fraternidad como forma de vida y de gobierno”.
A Enrique Peña Nieto le dedicó en una primera ocasión palabras de agradecimiento por sus atenciones, “pero sobretodo le agradezco no haber intervenido en las pasadas elecciones presidenciales. Hemos padecido ya ese atropello antidemocrático y valoramos que el presidente en funciones respete la voluntad del pueblo. Por eso, muchas gracias”. Aunque en otro momento dijo en su presencia que la reforma energética que impulsó ha sido parte del neoliberalismo en México y que “ha sido un desastre, una calamidad para la vida pública del país”.
En el mismo tono, desestimó este modelo económico impuesto en las últimas administraciones al decir que “el distintivo del neoliberalismo ha sido la corrupción”.
Por ello, afirmó, el nuevo gobierno acabará con esta y con la impunidad: “me comprometo a no robar y que nadie utilice su posición para sustraer bienes del pueblo. Esto aplica para amigos, compañeros de lucha y familiares”.
Sin embargo, el nuevo presidente reiteró que no se “perseguirá” a nadie, no se enjuiciará a expresidentes o exfuncionarios bajo el argumento dado previamente acerca de “no habría juzgados no cárceles suficientes”.
En este momento, diversos legisladores hicieron una cuenta para recordar a los 43 normalistas de Ayotzinapa al mismo tiempo de que ondearon pañuelos blancos. Tras eso, López Obrador anunció la creación de una comisión de la verdad para este caso.
En otro momento también se comprometió a no elevar los impuestos ni el precio de la gasolina (más allá de la inflación). Ante lo cual, los legisladores panistas también sacaron pequeñas pancartas en las que pedían la disminución del IVA de los precios de la gasolina. López Obrador les respondió con una de sus promesas de campaña: “cuando se construya la refinería y se rehabiliten seis, se va a bajar el precio de la gasolina y de los combustibles”.
El nuevo presidente también aprovechó el momento para dar un mensaje a los mercados que no han respondido bien en las últimas semanas: “las inversiones (de todo tipo) estarán seguras y se crearán condiciones para obtener un buen rendimiento” y se respetará la autonomía del Banco de México.
Al hablar de los proyectos que se impulsarán durante su proyecto, resaltó la construcción del Tren Maya, la reforestación de un millón de hectáreas en el sureste del país, la rehabilitación de seis y creación de una nueva refinería y diferentes medidas para impulsar la frontera norte del país.
Mientras que algunos de sus programas serán: la cancelación de la reforma educativa (que anunció frente al impulsor de la misma), la creación del Instituto Nacional para la atención de los Pueblos Indígenas, un programa para la atención médica y medicamentos gratuitos, trabajo a jóvenes, becas a estudiantes, pensión a adultos mayores y personas con discapacidad y la atención inmediata a los damnificados.
También anunció que desde el próximo lunes se pondrá en venta el avión presidencial y la flotilla de aeronaves de funcionarios.
En el tema de la seguridad, reiteró su intención de crear una Guardia Nacional, integrada por el Ejército, la Policía Naval y Policía Federal en caso de que esta sea aprobada en una consulta ciudadana. Sobre este asunto reconoció que “es un tema polémico, pero tengo la obligación de expresar mi punto de vista con argumentos y realismo”.
Al final de su discurso se dio un momento para agradecer a Mike Pence, vicepresidente de Estados Unidos, y a Ivanka Trump, hija y asesora de Donald Trump, así como a Justin Trudeau por sus recientes atenciones y anunció que los tres países impulsarán medidas para hacer frente a la migración centroamericana.
Después agradeció las presencias de los mandatarios o representantes de otros países. Al nombrar al venezolano Nicolás Maduro, algunos legisladores gritaron “dictador, dictador, dictador” y movilizaron una pancarta que en la que se leía “Maduro no eres bienvenido”, mientras que al mencionar a Evo Morales, también mostraron descontento.
Terminó su discurso con tres “¡Viva México!”, y buenos deseos por parte de Enrique Peña Nieto.