El olor que emanaba del contenedor de un camión abandonado hizo que, por denuncias de los vecinos en cada lugar a donde era trasladado el vehículo, deambulara por distintas zonas de la ciudad de Guadalajara con al menos 157 cuerpos sin identificarse.
El camión pertenece al Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF), pero a causa de la falta de infraestructura para el resguardo de los cuerpos, que la construcción de los módulos de las criptas del Campo Experimental Forense aún no concluye y a la ola de violencia en el Estado, como explicó el secretario de Gobierno de Jalisco, Roberto López Lara, el camión tuvo que ser estacionado por varias horas en la zona metropolitana de Guadalajara.
Los cuerpos fueron abandonados en dos lugares; primero en una bodega de la colonia La Duraznera, en el municipio de Tlaquepaque, pero tras los reclamos -por los olores- fue trasladado a un predio detrás del fraccionamiento Paseos del Valle, en Tlajomulco, pero ahí volvieron las quejas por parte de los vecinos. María Elena Limón, presidente municipal de Tlaquepaque, aseguró que no fue informada de esta medida sino hasta que la ciudadanía llevó a cabo las denuncias.
Los vecinos de Tlajomulco informaron de lo sucedido a través de redes sociales:
Por otro lado, la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ) inició una carpeta de investigación y pidió que el IJCF en coordinación con la Fiscalía General del Estado (FGE) establecieran un cementerio forense para llevar a cabo -conforme a los protocolos- las inhumaciones. Además, indicó que deben llevarse a cabo los registros completos de los cuerpos, incluyendo las muestras de ADN.
El camión y los cuerpos finalmente fueron trasladados a una bodega de la Fiscalía, en la zona industrial de Guadalajara.
Según López Lara, en un mes estará listo el nuevo campo experimental, aunque por ahora, los cadáveres permanecerán en los resguardos provisionales, como este camión. De acuerdo con el diario El Universal, la construcción del cementerio forense en un predio del municipio de Tonalá, en la colina El Vado, la obra se detuvo durante la primera semana de septiembre tras la inconformidad de los vecinos. En agosto, la Secretaría de Infraestructura y Obra Pública del gobierno habían informado del inicio de las obras.