A partir del mes entrante y con ayuda del semáforo epidemiológico las cosas regresarán paulatinamente a la “nueva normalidad”; la permanencia en casa no será necesaria y las actividades continuarán su rumbo a medida que el COVID-19 lo permita.

Sin embargo, el regreso a clases y oficinas podrían afectar la estabilidad emocional de tus mascotas, principalmente los perros.

El estar todo el día en casa hizo que los animales se acostumbraran a la compañía humana, así que la ausencia podría causar gran sufrimiento y trastornos de ansiedad por la separación, es decir, vuelven a estar solos la mayor parte del tiempo.  

Esto se traduce en posibles enfermedades o reducción en la esperanza de vida. Pero no debes preocuparte, ya que existen pequeñas acciones que puedes realizar desde ahora para evitar futuros percances.

¿Qué debo hacer?

Tu mascota estaba acostumbrada a la rutina diaria que llevabas antes de cuarentena: el desayuno matutino, el aseo personal, la búsqueda de llaves y todas las acciones que realizas previamente a tu partida.Estos gestos son señales que el perro asocia con el hecho de que saldrás, por lo tanto deberás hacerlo y repetirlo en varias ocasiones.

Abre la puerta, deja tu abrigo en el perchero, permanece unos instantes en el pasillo y entra nuevamente hasta que el canino se acostumbre a la acción.  

También puedes apartar un espacio dentro de tu hogar donde tu acompañante juegue y realice actividades que logren distraerlo; así comprenderá que la soledad es algo para disfrutar.

Recuerda que tus mascotas estuvieron contigo durante el tiempo de confinamiento. Al regresar a tu rutina habitual no los descuides y has todo lo posible para que tu ausencia no les resulte tan pesada.