Durante un mensaje en cadena nacional que, como reconoció el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, muchos venezolanos no podrían ver al seguir sin electricidad, se anunció un plan de racionamiento eléctrico de 30 días a raíz de la serie de apagones masivos que oscurecieron al país desde el pasado 7 de marzo.
Aunque se desconoce a detalle la forma en que se llevará a cabo este plan, Maduro dijo que se tratará de “un régimen de administración de carga, de equilibrio entre el proceso de generación, los procesos seguros de transmisión y los procesos de servicio y consumo en todo el país, poniendo énfasis en garantizar el servicio de agua” que, como explica el diario El País, la falta de agua ha sido “otra de las disfunciones que sumieron al país en el caos”. Por otro lado, Maduro continuó con el mismo discurso que él y los dirigentes chavistas han defendido desde hace semanas: que se trata de “ataques terroristas”.
Lo único que ha quedado claro sobre este racionamiento de luz, que ya entró en vigor, es la reducción de las jornadas laborales y las actividades escolares. Maduro estableció que las actividades laborales se finalicen en un horario especial hasta las 14:00 horas. Sin embargo, en Twitter, el presidente interino Juan Guaidó desestimó la existencia de este plan: “no existe tal racionamiento”, escribió. “Simplemente no tienen cómo solucionar la crisis: en este momento hay ciudades como Valencia y muchas más sin luz, sólo para generar el espejismo de que en Caracas todo está bien”.
Una serie de imágenes de El País ilustran el caos generado por el desabastecimiento de agua a causa de la falta de energía eléctrica. La gente se ha manifestado y buscado vías alternas para conseguir una pizca agua. Mucha gente, cuenta el diario, “no están dispuestos a aceptar paliativos como la distribución de agua a través de camiones cisternas que el Gobierno ha desplegado”.


