Por la mañana, en Argentina, tras una larga conversación, la Cámara de Diputados aprobó la despenalización del aborto. La discusión se trasladó a las calles y a las redes sociales con el hashtag #AbortolegalYa. Con 129 votos a favor y 125 en contra, la mujeres argentinas están a un paso de poder interrumpir su embarazo en la semana 14 de gestación.
Mientras tanto, a las afueras del Parlamento, tras darse a conocer la noticia, una multitud de mujeres celebró la decisión. Ahora, las mujeres no solo podrán abortar en el supuesto de una violación o por riesgos a su salud.

Durante la votación, que duró 23 horas, hubo opiniones encontradas. Karina Molina, de la coalición Cambiemos, dijo que se trataba de” una aberración que la mujer pueda abortar. Con esta ley los médicos y enfermeras también están obligados a abortar”. Fueron varias las voces en contra. Silvina Frana, del FPV-PJ, afirmó que la solución “se debe resolver de otro modo”, como el acompañamiento a las mujeres.
Por otro lado, las posturas en favor del aborto abogaban que era “una cuestión de salud pública”. “En Uruguay hay una ley del 2012, allí bajaron los abortos y las muertes por el aborto, porque hay un Estado que busca resolver este problema. Es una decisión política, encarar un problema y hacerse cargo de la solución”, relató Darío Martínez, del Frente para la Victoria-Partido Justicialista.
Pese a que se creía que las fuerzas conservadoras y la presión de la Iglesia católica frustarían la decisión, durante el transcurso del debate se originaron cambios de postura. Como el caso del diputado del Frente Renovador, Vasco de Mendiguren, quien horas antes de internarse en la Cámara de Diputados, a través de su cuenta de Twitter dio destellos de la decisión que tomaría.
El parlamentario comenzó su hilo de Twitter con una descripción de su ideología: “Soy católico, y tengo convicciones profundas sobre la vida y la ética (…) Pero mis convicciones son mías, y mi responsabilidad como legislador nacional es legislar para toda la sociedad”.
En sus tuits, Mendiguren contó cómo el debate logró cambiar su posición original: “mis convicciones no son la verdad”.
“La verdad es lo que ocurre y mi obligación como diputado es trabajar para transformarlo”, agregó.