Durante casi dos décadas, los caminos rurales de la Toscana se convirtieron en escenarios de horror. Parejas jóvenes que buscaban un momento de intimidad fueron asesinadas con una frialdad escalofriante. Entre 1968 y 1985, 16 personas murieron a manos de un asesino al que la prensa llamó “El Monstruo de Florencia”.

Ahora, Netflix reabre el expediente con una miniserie dirigida por Stefano Sollima, que reconstruye la ola de pánico que marcó a toda una generación italiana. Pero más allá del suspenso y la sangre, la pregunta que flota es inevitable: ¿Quién fue realmente y qué pasó con “El Asesino de Florencia” en la vida real?

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¿Cuál es la historia real de la serie El Asesino de Florencia?

La serie El Monstruo de Florencia, estrenada en Netflix, consta de cuatro episodios que mezclan archivos judiciales, testimonios y una atmósfera visual opresiva que revive los años de miedo.

Los crímenes siempre seguían el mismo patrón: disparos certeros, apuñalamientos y mutilaciones que recordaban a rituales. La policía encontró coincidencias en las balas: una pistola Beretta calibre .22 con munición Winchester serie H se repitió en todos los casos. Pero el arma nunca apareció.

Los asesinatos paralizaron Florencia. Las autoridades pedían por radio: “No hagan el amor en el auto”. La población dejó de salir de noche. Nadie se sentía a salvo.

Años después, Netflix retoma esa atmósfera de paranoia, reconstruyendo con precisión los escenarios rurales, las luces mortecinas y el desconcierto de los investigadores. Sin embargo, lo que más inquieta al público no es la violencia, sino la pregunta que el caso nunca logró responder.

Sentencia real del Monstruo de Florencia
La población dejó de salir de noche. Nadie se sentía a salvo. Credit: Netflix

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¿”El Monstruo de Florencia” fue atrapado? Lo que pasó en la vida real

La investigación se convirtió en un laberinto sin salida. Se detuvo a campesinos, exconvictos, inmigrantes y hasta supuestos miembros de una secta satánica. Ninguno pudo ser señalado con pruebas concluyentes.

El principal sospechoso fue Pietro Pacciani, un agricultor toscano con antecedentes por asesinato y abuso sexual. En 1994 fue condenado a 14 cadenas perpetuas por los crímenes del Monstruo, pero el juicio estuvo plagado de inconsistencias y dos años después fue absuelto.

Entonces surgieron los llamados “compañeros de merienda”, Mario Vanni y Giancarlo Lotti, acusados de ser cómplices. Ambos fueron condenados, aunque las pruebas eran débiles y sus confesiones contradictorias. Ninguno reveló la ubicación del arma ni los trofeos de las víctimas.

La teoría más extrema apareció después: un grupo de poderosos habría encargado los asesinatos para rituales satánicos. Pero nunca se comprobó.

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Pacciani murió en 1998 antes de ser juzgado de nuevo. Lotti falleció en prisión en 2002 y Vanni en 2009. Nadie fue declarado oficialmente culpable. El caso sigue abierto.

Y es justo esa incertidumbre lo que Netflix explora: un retrato donde la verdad se esconde entre errores policiales, rumores y obsesión colectiva.

El Monstruo de Florencia no ofrece respuestas, sino sensaciones. Es una reconstrucción del miedo que paralizó a Italia y del sistema judicial que nunca logró atrapar al culpable. 40 años después, el expediente sigue sin cerrarse. Y tal vez lo más aterrador no sea lo que se ve en pantalla, sino lo que se intuye: el verdadero asesino podría seguir vivo.

Veracruzana en la CDMX. No, no vivo cerca del mar and I don't talk like thijjj ♊ IG: @isadorebolloo