El brutal asesinato de cuatro estudiantes de la Universidad de Idaho en 2022 sigue siendo uno de los crímenes más impactantes en la historia reciente de Estados Unidos. Tras la condena a cadena perpetua de Bryan Kohberger, las autoridades publicaron más de 300 documentos que revelan nuevos y escalofriantes detalles sobre cómo ocurrieron los homicidios y la exhaustiva investigación que llevó a su captura.

Kohberger, de 30 años, era estudiante de doctorado en Criminología en la Universidad Estatal de Washington. Se declaró culpable de asesinar a Kaylee Goncalves y Madison Mogen (21 años), y a Xana Kernodle y Ethan Chapin (20 años), dentro de una casa fuera del campus universitario durante la madrugada del 13 de noviembre de 2022. Su confesión le permitió evitar la pena de muerte y levantó la orden de silencio que había impedido conocer la magnitud de los hechos.

Cuerpos mutilados y escenas de horror

Los documentos oficiales describen una escena espantosa. Al ingresar a la habitación de Xana Kernodle, los agentes encontraron sangre por todo el lugar: en las paredes, el suelo y los muebles. El reporte policial señala que la joven presentaba más de 50 puñaladas, además de heridas defensivas en las manos, lo que indica que luchó por su vida.

“Era evidente que se había producido una intensa pelea”, relató uno de los oficiales. Xana fue hallada boca abajo, en ropa interior y una sudadera gris, cubierta de sangre.

Las otras tres víctimas fueron encontradas en condiciones igualmente terribles. Madison Mogen tenía cortes profundos en el rostro y heridas en las manos. Kaylee Goncalves, su mejor amiga, fue hallada “irreconocible”, con el rostro completamente desfigurado por la violencia del ataque.

Bryan Kohberger se declaró culpable de asesinar a Kaylee Goncalves, Madison Mogen, Xana Kernodle y Ethan Chapin. Credit: BBC

La misteriosa llamada al 911

Los informes también arrojan luz sobre lo que ocurrió esa madrugada dentro de la casa. Las dos compañeras sobrevivientes, Bethany Funke y Dylan Mortensen, dormían en habitaciones separadas. Bethany relató que escuchó algo similar a un “petardo” y vio una luz como de bengala por debajo de su puerta. Poco después, Dylan le dijo que había visto a un hombre vestido completamente de negro, con pasamontañas, que salía por la puerta trasera. Describió que el sujeto era blanco, de nariz grande y que llevaba un objeto pequeño “parecido a una aspiradora”.

Aturdidas y sin entender lo ocurrido, ambas jóvenes pensaron que podría tratarse de una broma o de alguien ebrio, y no llamaron al 911 de inmediato. Fue hasta las 11:00 de la mañana del día siguiente que, al notar el silencio y la falta de movimiento en la casa, decidieron pedir ayuda. Cuando uno de sus amigos llegó y subió a revisar, vio a Xana en el suelo y les pidió salir inmediatamente. Entonces llamaron a emergencias.

Las señales ignoradas

Semanas antes del crimen, Kaylee Goncalves había comentado a sus amigas que creía estar siendo seguida. Según los documentos, había notado la presencia de un hombre desconocido cuando paseaba a su perro cerca de la casa. También relató haber visto sombras en la oscuridad y sentir que alguien la observaba.

Hasta ahora, los reportes no establecen un vínculo directo entre Kohberger y estos incidentes, pero su publicación ha despertado inquietudes sobre si el asesino había estado vigilando a sus víctimas con antelación.

El terrible caso de los cuatro estudiantes asesinados en Idaho
Reportes actuales cuestionan si el asesino había estado vigilando a sus víctimas con antelación. Credit: Prime Video

Marcas sospechosas y una conversación perturbadora

Un antiguo compañero de Kohberger declaró haber notado arañazos en su rostro y nudillos en octubre y noviembre de 2022, justo antes de su arresto. Cuando le preguntó por las heridas, dijo que había sufrido “un accidente de coche”, algo que nunca se comprobó.

Además, una mujer que lo conoció a través de Tinder contó a los investigadores que durante una conversación, le preguntó: “¿Cuál crees que sería la peor forma de morir?”. Ella respondió: “Con un cuchillo”.  Kohberger replicó: “¿Un Ka-Bar?”, refiriéndose a un tipo de cuchillo militar.

Tiempo después, la policía halló en la escena del crimen la funda de un cuchillo Ka-Bar, aunque el arma nunca fue recuperada.

El silencio del asesino

Durante su arresto en Pennsylvania, Kohberger habló brevemente con los detectives. Se mostró tranquilo, preocupado por su familia y su perro, y comentó su deseo de convertirse en profesor universitario. Sin embargo, cuando los investigadores le preguntaron si sabía lo que había ocurrido en noviembre cerca del campus, contestó: “Por supuesto, me enteré por una alerta en el teléfono”. Al ser informado de que lo estaban interrogando por los homicidios, respondió fríamente: “Bueno, creo que necesitaré un abogado.”

Esa fue prácticamente la única vez que habló con las autoridades sobre el caso.

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Un motivo que sigue sin respuesta

A pesar de la avalancha de evidencia, ADN, registros telefónicos y testimonios, los documentos no ofrecen una respuesta definitiva al por qué. El juez Steven Hippler, al dictar sentencia, lo llamó un “cobarde sin rostro” y afirmó que “no hay ninguna razón racional para estos crímenes”.

Las autoridades confirmaron que nunca se encontró el arma ni la ropa usada esa noche, lo que deja abierta la incógnita de si Kohberger actuó solo o si alguien más lo ayudó a borrar las huellas del crimen.

Tres años después, las familias de las víctimas siguen buscando paz, mientras los nuevos documentos revelan con crudeza la magnitud de una tragedia que dejó una cicatriz imborrable en la comunidad universitaria de Idaho.

Una historia que llega a la pantalla: Una historia en Idaho

El caso también inspiró una serie documental titulada Una noche en Idaho, disponible en Primevideo, que reconstruye los asesinatos y la investigación policial a partir de testimonios, grabaciones reales y entrevistas exclusivas con los familiares de las víctimas.

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La producción ofrece una mirada profunda al impacto emocional y social que dejó el crimen, así como al enigmático perfil de Bryan Kohberger, quien hoy cumple cadena perpetua sin derecho a libertad condicional.

Veracruzana en la CDMX. No, no vivo cerca del mar and I don't talk like thijjj ♊ IG: @isadorebolloo