La riqueza natural de México no solo se refleja en su diversidad cultural, sino también en su flora. Existen plantas mexicanas que cumplen un papel fundamental en la conservación de los ecosistemas, ya que funcionan como alimento y refugio para polinizadores como las abejas, colibríes y mariposas.
Estos organismos son indispensables en el proceso de polinización, que asegura la reproducción de las plantas y, en consecuencia, la producción de alimentos que consumimos todos los días. Crear espacios verdes que favorezcan a los polinizadores no requiere grandes extensiones de terreno. Ya sea en un jardín, balcón o huerto urbano, incorporar especies nativas es una forma sencilla de contribuir al equilibrio ambiental.
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Plantas mexicanas ideales para atraer abejas y colibríes
- Tronadora (Tecoma stans)
- Trompetilla (Bouvardia ternifolia)
- Dalia (Dahlia sp)
- Salvia leucantha y Salvia mexicana
- Mirto (Salvia coccinea)
- Lantana camara
- Cosmos bipinnatus (Mirasol o girasol morado)
- Nopal (Opuntia ficus-indica)
- Maguey pulquero (Sedum prealtum)
- Cempasúchil (Tagetes erecta)
Al integrar estas especies en jardines urbanos o rurales, no solo se embellece el entorno, sino que también se favorece la biodiversidad local al atraer polinizadores como las abejas y colibríes.

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Cómo las plantas mexicanas benefician a los polinizadores y al medio ambiente
El uso de plantas mexicanas en jardines y huertos tiene beneficios directos para los polinizadores y el equilibrio ecológico. Al ser nativas, estas especies requieren menos agua y cuidados, reduciendo el impacto ambiental de su mantenimiento. Además, al proveer néctar y polen, garantizan la alimentación de abejas, colibríes y mariposas, organismos vitales para la producción agrícola.
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Las plantas mexicanas no solo forman parte del patrimonio natural y cultural del país, sino que también representan una herramienta poderosa para cuidar a los polinizadores. Incluir especies que las alimenten puede marcar una diferencia significativa en la conservación de abejas y colibríes, cuya labor sostiene la vida de los ecosistemas.