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La otra cara de Exatlón México: La vez que Antonio Rosique confesó que el reality show lo mandó a terapia

La ‘Máxima Autoridad’ del concurso es quien más tiempo lleva en las tierras y playas de República Dominicana.
miércoles, 1 de junio de 2022 · 13:26

Pese a todo el talento y destreza que exhiben los atletas, hay una persona en el equipo de Exatlón México que se ha vuelto el principal rostro de la contienda: el conductor Antonio Rosique, quien es el famoso narrador de los duelos y que año con año, en cada temporada, realiza el trabajo de presentar las batallas.

La labor que ejerce el experto en deportes como miembro del concurso inició en 2017, ciclo en que TV Azteca, su casa, lo contactó para integrarlo al proyecto que hasta entonces se visualizó como un programa del que no se esperaba mucho; sin embargo, éste comenzó a crecer y con él, inevitablemente, aumentaron sus tareas. 

El trabajo que ejecuta Antonio Rosique como ‘Máxima Autoridad’ de Exatlón México no es para nada sencillo, pues él, al igual que el resto de participantes, afronta situaciones complejas como lo son la lejanía de su país, cambios de clima, así como los riesgos que conlleva grabar la competencia.  

Y es que al presentador, al inicio, se le expresó la dinámica del certamen con ciertas características que al final no se cumplieron, mismas que con el tiempo, ya involucrado, lo cansaron hasta el punto en que tuvo que tomar terapia.  

 

La vez que Antonio Rosique confesó que el reality show lo mandó a terapia

En una entrevista con TV Azteca, el conductor compartió los detalles de cómo arrancó su intervención y cómo ésta empezó a crecer hasta el grado de generar un fuerte desgaste. “Me dijeron: ‘Vas a trabajar cuatro días a la semana’ Cuando voy llegando era trabajar siete días, no descansábamos nunca”, mencionó. 

Asimismo, Antonio Rosique comentó que el cansancio físico complicó su tarea de narrar las justas, pero, además, los percances emocionales también lo invadieron con fuertes cuestionamientos que brotan al estar en la contienda. 

“Es un reto físico y espiritual. Estoy recibiendo las emociones de 20 atletas, hay días que he llorado, te cansas, me tengo que agarrar de arriba y entender que mi misión es superior a la de hacer un programa”, confesó. 

 

Finalmente, el exitoso presentador de Exatlón México externó que en los circuitos, y fuera de ellos, las emociones son tan fuertes que debe llamar a su terapeuta, una práctica que realiza de manera frecuente para soltar las cosas y así no llegar a las grabaciones con otras energías. 

“Mi segunda lucha fue adaptarme, necesitas terapia, sí la necesitas, yo me hecho mi llamada con mi terapeuta para soltar donde hay que soltar y no llegar al set cargando cosas”, recalcó.