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Yo soy Betty, la fea: ¿Qué hubiera pasado si Betty NO leía la carta de Mario Calderón?

La joven y brillante economista encabezó una fuerte venganza tras leer la misiva que detalló el plan de conquista por parte de Mario y Armando.
lunes, 23 de mayo de 2022 · 16:12

El desenlace que presentó el guionista colombiano Fernando Gaitán en ‘Yo soy Betty, la fea’ es uno de los cierres que más éxito tuvo debido a la manera en que cada personaje desempeña su papel cuando la estrella principal, Betty, toma una actitud de venganza en contra de Armando Mendoza, su jefe y pareja en el argumento. 

Y es que dicha protagonista, quien terminó profundamente enamorada del presidente de Ecomoda, sufrió una terrible decepción cuando encontró una carta firmada por Mario Calderón, el mejor amigo de su amado que plasmó en tinta y papel las instrucciones del engaño.

Recordemos que la polémica misiva que detonó su aflicción y decepción llegó hasta sus manos cuando Sandra, por error, lleva el paquete de Mario a la oficina de Armando; sin embargo, de no haber ocurrido esto, el desarrollo de los miembros de ‘Yo soy Betty, la fea’ hubiese expuesto una solución distinta. 

 

¿Qué hubiera pasado si Betty no leía la carta de Mario Calderón?

Si la estrella principal de la trama no hubiera leído la carta en cuestión, ella seguiría confiando ciegamente en él y no habría actuado en su contra, por lo tanto, sus acciones siguientes de venganza al poner celoso a Armando con Nicolás no existirían.  

Asimismo, todos los lujos que ambos se dan con el dinero de la empresa, como los trajes y el carro, no habrían conquistado a Patricia Fernández, quien seguramente rechazaría a Nicolás.

Finalmente, el fraude de Armando tardaría más tiempo en salir a la luz puesto que Betty, enamorada, no revelaría el informe real. Por otro lado, la relación de los dos sería más frecuente y con encuentros constantes que quizá alguien más hubiera descubierto.

 

¿Qué dice la carta de Mario Calderón que Betty encontró en 'Yo soy Betty, la fea'?

El texto del personaje contiene las instrucciones para que Armando siga la estrategia de enamorar a Betty, ya que de lo contrario podría revelar los secretos de la empresa.

"Mi estimado Presidente, aquí están las instrucciones para que continúes tu rutina de horror con Betty.

En primera instancia encontrará las tarjetas que deberá continuar colocandole en el escritorio cada mañana a su mounstrete con su respectivo detalle. No se le vaya a olvidar, porque yo no voy a estar para hacerlo. Escribir esas tarjetas fue más difícil que nunca, porque con las anteriores al menos me contaba lo que pasaba la noche anterior. Los tétricos besos que le daba, las palabras para hacer el horror, digo el amor con ella.

Cada detalle de su itinerario de espanto, cuando menos me servía para escribirle algo. Así que estas tarjetas contienen sentimientos neutrales, supongo que durante estos días tendrá que volver al suplicio de besarla y seguramente de acostarse con ella.

Igual aquí va la poesía barata que le fascina a ella, poesía para feas enamoradas. Como el mounstrete debe estar ilusionada con la ausencia de Marcela lo más seguro es que esté esperando que usted le dedique todas las noches a ella, y tendría razón en pensarlo. Pero ojo, debe tener cuidado, Marcela no lo va a descuidar. Seguramente Patricia le va a seguir los pasos y si usted da motivo a Marcela le va a cancelar el matrimonio, y tiene deseo de hacerlo y usted sabe mejor que nadie que eso es lo último que debe admitir. Ese matrimonio debe hacerse contra viento y marea.

Yo le sugiero que mañana la lleve al evento de Adriana Arboleda, no se le hará extraño para nadie que vaya con ella. Tómese unos embellecedores, llévela a la casa y si se inspira lo suficiente acuéstese con ella. Si…si…si….si…. ya sé la cara de mártir que debe de estar poniendo al leer esto. Pero usted como que ya no padece tanto el horror de acostarse con ella. Ya está anestesiado así que hágalo mañana y salga de eso de una vez. Ella quedará contenta y se la quita de encima por unos días. Ah pero eso sí, yo no le presto más mi apartamento…no señor… Usted me dañó el récord… Que digo dañó, me lo volvió pedazos, hasta el portero se burló de lo fea que era la mujer que llevó.

Por otra parte, mi estimado Dr. el hecho de que mañana se la quite de encima por unos días, no significa que se descuide. Mantenga la rutina de tarjetas y detalles que vienen aquí, porque Don Nicolás Mora sigue detrás de Betty y detrás de EcoModa, y no quiero que cuando regrese me tenga la noticia de que la descuidó y la dejó en manos de ese tipo, porque eso sería lo mismo que haberle entregado la empresa a él.

Y bueno espero que esta semana sea menos horrible que las otras que ha padecido con ella, pero siempre lleve en la cabeza este lema “Beso a Betty por no perder a Ecomoda”… “Le hago el amor a Betty para no perder a Ecomoda”… piense que, con cada beso, con cada terrible caricia usted se está asegurando de que Betty jamás nos haga una jugarreta.

Por último, le recuerdo que durante estos días Ud. tiene que ser muy especial, no solo por mantener a salvo a EcoModa, sino porque hay que forzarla a que maquille los informes para la junta que viene. Hermano, ella ahí nos tiene en sus manos, y si se rehúsa a colaborarnos, pues cierre los ojos, tómese otros embellecedores, aliste frases sensibles y llévesela para la cama más próxima… porque yo le digo, no hay nadie más feliz que una fea después de hacer el amor.

Bien mi estimado Presidente, sé que terminara de leer estas instrucciones completamente asqueado, pero piense en una cosa… este infierno no va ser para toda la vida. Ud. volverá a ser el hombre feliz rodeado de mujeres bellas, cuando ella nos devuelva la empresa. Ánimo, presidente.

Atentamente, Mario Calderón."