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Frida Sofía reacciona ASÍ a la declaración de Enrique Guzmán llorando en Ventaneando
La joven se pronunció a través de sus redes sociales ante las declaraciones de su abuelo, Enrique Guzmán, a quien acusó de abuso sexual cuando ella tenía solo cinco años de edad.
Luego de que Frida Sofía señalara a su abuelo, Enrique Guzmán por abuso sexual, del que fue víctima a la corta edad de cinco años. En medio del llanto y con el respaldo de los conductores de Ventaneando, quienes fueron severamente criticados y tachados de ‘lavar su imagen’, la nieta de Silvia Pinal rompió el silencio y reaccionó a las lágrimas y a las declaraciones del acusado.
Mediante su cuenta de Instagram, Sofía colgó una serie de historias para dejar en claro su postura en contra del rockero, pues ni las lagrimas ni las intimidaciones van a parar la denuncia emitida por la hija de Alejandra Guzmán.
La joven expresó que Guzmán es un "degenerado" y "pobre del corazón", pues el ex esposo de Silvia Pinal aseguró no haberle tocado ni in pelo, por lo que Sofía subrayó que no se callaría más.
“¿Cómo me vas a tocar un pelo cuando ni tenía? Explica eso también”, reaccionó Frida desde la red social, “No me callo más”, escribió en sus redes.
Aunado a esto, más tarde expresó que duele que algunas personas la cuestiones debido a que no hablo anteriormente, pero que nadie sabe todo lo que ha vivido.
“Estas cosas me duelen, sí, hay gente que reclama ‘por qué lo haces público’, ‘los trapos sucios se lavan en casa’. En primera, nunca he buscado la fama, es lo que más me ha alejado de ‘mi familia’ pero pues yo ya era famosa antes de nacer, le pese a quien le pese. Y créanme que a la que más le pesa es a mí. He vivido en una casa de cristal y en una jaula de oro, mi vida no la conocen”, escribió Frida Sofia.
Para finalizar, Frida agradeció las muestras de apoyo y afecto que ha recibido. pues miles de usuarios en redes han mostrado su continúo soporte y remarcó que no volverá a callarse.
“Quiero poder ayudar a mujeres y a hombre que han pasado por lo mismo, porque sólo ellos entienden el infierno que callamos. A veces por miedo, a veces por humillación, y a veces por amor al agresor. Ya no me siento sola y les agradezco tanto… No podía callarme”.
