El chef Benito Molina es uno de los más queridos y recordados en MasterChef. Sin embargo, muy pocos saben que su hija, Olivia, tiene una discapacidad que ha cambiado la forma de ser y de ver el mundo de sus papás. Por ese motivo, aquí te contamos más sobre ella y su conmovedora historia. 

La madre de la menor y esposa de este reconocido chef, es Solange Muris, que también comparte la misma profesión que su esposo. Ella cuenta que debido a la falta del seguimiento médico, tardaron en notar la discapacidad que tiene su pequeña, de ahora casi 12 años de edad. 

De acuerdo con Solange, su hija fue prematura y nació a las 25 semanas de gestación. Ella se dio cuenta que un día amaneció con la cama mojada y que luego luego supo que había perdido líquido amniótico. Se lo comunicó a su doctora y la sometieron a un procedimiento para salvar a su hija. 

En ese momento, la menor pesó 600 gramos y su pronóstico no era el más alentador. Sin embargo, sus papás no perdieron la esperanza y comenzaron a visitarla en el hospital, a ponerle música clásica y jazz así como darle leche materna extraída de su propia mamá. 

Durante tres largos meses, estuvieron a un lado de su hija en la encubadora. "Ensenada es un lugar muy pequeño y los médicos no dan seguimiento a los casos, como si el trabajo solo hubiera sido salvarle la vida y ya, pero nunca nos mandaron con un especialista, pensamos que todo era normal", comentó. 

Los chef Benito y Solange adoran a su hija

Ambos cuentan que al ser padres primerizos no prestaron mucha atención a las secuelas que tuvo su única hija, lograron darse cuenta de las mismas cuando sus respectivas mamás le comentaron que algunas acciones que hacía la niña no eran normales. Pues al año y tres meses la menor no se podía sentar y no sostenía la cabeza. 

Esto los llevó a una consulta con un neurólogo en la Ciudad de México y se enfrentaron con la noticia de que su hija tenía parálisis cerebral infantil, misma que solo le afectó la motricidad. Sus padres cuentan que esto no ha detenido a Olivia, pues ella no se siente diferente y solo requiere ayuda para ir al baño. 

Ambos reconocen que los primeros años de vida de Olivia fueron duros para ambos, sin embargo, su amor por su hija hizo que ellos utilizaran todos los recursos que tenían a la mano para hacerla feliz. 

"Hay gente que no voltea a ver. La gente no tiene empatía, estamos deshumanizados en el tema de la discapacidad en México. Nos hace falta educación, pero más creo es un tema de aceptación", explican. 

Incluso, afirman que su hija tiene un gran sentido del humor, ya que cada vez que le preguntan qué fue lo que le pasó, ella contesta que le quedó 'cruda' a sus papás. "Yo nací prematura, o sea, les quedé cruda a mis papás, que son cocineros”, bromea. Tanto Solange como Benito comparten fotografías de su hija en sus redes sociales y dan a conocer el amor que le tienen así como las ganas de apoyarla en lo que ella quiera.