Este jueves, 16 de enero, se informó que el autor y editor Christopher Tolkien murió a la edad de 95 años, mejor conocido por ser el tercer hijo de J.R.R. Tolkien, autor de obras como The Hobbit, The Lord of the Rings y The Silmarillion.
Según los últimos reportes, el autor ingresó al hospital Center de la Dracénie en Francia por problemas de salud y por ahora se desconoce cuáles fueron las causas de muerte.
También puedes ver: ¿Quién fue Alfredo Ríos Galeana, enemigo público de México en los años 80?
Christopher Tolkien continuó con el trabajo de su padre, encargándose de la edición y publicación del material sin terminar luego de la muerte de su papá J.R.R Tolkien en el año 1973.
Christopher, hijo del reconocido escritor, también tuvo trabajos propios como lo fue la traducción del clásico islandes The Saga of king Heidrek the Wise y The Battle of the Goths and the Huns.
Él estudio en el Dragon School en Cherwell, posteriormente en el Oratory School siendo piloto en Sudáfrica, mientras que en la Segunda Guerra Mundial apoyó en la Royal Air.
El tercer hijo del autor fue siempre parte de la audiencia crítica de la ficción de J.R.R Tolkien desde que era menor cuando escuchaba las historias de Bilbo Bolsón en El Hobbit para después retroalimentando a su padre con El Señor de los Anillos en los últimos años de gestación.
El padre de Christopher fue el autor de escritos que tenían que ver con mitología de la Tierra Media, mismas que no se lograron publicar cuando vivía pues entre sus ideales era publicas ‘El Silmatillion’ con ‘El Señor de los Anillos’ con partes muy desarrolladas y dejándolas inconclusas.
También puedes ver: Los 10 datos que no conocías de Dolores O’Riordan
Christopher decidió organizar las escrituras de su padre, pues entre ellos estaban escrituras en viejos recortes de papel, escritos a mano o simples bosquejos, mientras que los nombres de los personajes cambiaban continuamente entre el inicio y el final.
La tarea de Christopher fue complicada pues era de las pocas personas que tenía cercanía con el autor, así como con la evolución de las historias, sin embargo fue él mismo quien confesó que tuvo que adivinar lo que su padre quería decir.