'These are the days of our lives': así fue la última grabación de Freddie Mercury con 'Queen'

Freddie Mercury fue un misterio hasta la última vez que grabó un videoclip con Queen, para la canción These are the days of our lives.

Hasta 24 horas antes de su muerte, Freddie no había dado a conocer que era VIH positivo. Se trataba de un rumor. Pero ese día, el 30 de mayo de 1991, a pesar de encontrarse en un tortuoso estado de salud, filmó These are the days of our lives. Y al parecer, valió la pena tanto esfuerzo. La canción fue un éxito póstumo tras el lanzamiento del álbum Innuendo en febrero de 1991. Debutó como número 1 en el UK Singles Chart, se mantuvo ahí durante cinco semanas, y después recibió un Brit Award de la Industria Fonográfica Británica a Mejor Sencillo en 1992. Pero ese día, según narra el documental de la BBC Queen: Days of Our Lives (2011), del director Matt O'Casey, pudo haber sido complicado para Freddie.

Freddie estaba en la etapa final de su enfermedad, que le fue diagnosticada en 1987, y realmente su aspecto físico no era el mejor. En las imágenes, se puede observar cómo el cantante británico discute detrás de cámaras la dirección del video, mientras es maquillado. El guitarrista Brian May explica en el largometraje que Freddie tuvo que pasar "horas, horas y horas de maquillaje", contó. El video, incluso, estaba contemplado para grabarse a color, pero al fin y al cabo, tuvo que ser editado a blanco y negro.

En un reportaje de la revista Rolling Stone, May narró que Freddie fue fuerte hasta el final del disco, a pesar de que en ocasiones " era incapaz de verbalizar lo que quería expresar. Nosotros, en cierto sentido, aunque suene muy extraño, pero creo que Roger y yo verbalizamos por él; escribiendo algunas de las letras. Porque él había llegado a un punto en el que no podía expresarse con palabras", dijo.

Sin embargo:

"Había mucha alegría, extrañamente. Freddie sufría dolores, pero podía disfrutar de lo que más le gustaba hacer. A veces eso solo duraba un par de horas, porque se cansaba mucho. Sin embargo, durante ese par de horas, lo daba todo. Cuando no podía tenerse en pie, solía apoyarse en una mesita y se bebía un vaso de vodka y decía: Cantaré hasta que me desangre".