Kit Harington se internó en una clínica de rehabilitación después de 'Game of Thrones'
Ser una estrella de la televisión puede ser muy complejo.
Antes del final de Game of Thrones, al parecer, Kit Harington no la llevó nada bien. Según un reporte de Page Six, el actor de 32 años que dio vida a Jon Snow durante ocho largos años, podría haber ingresado en secreto a una lujosa clínica de rehabilitación de Connecticut, para el estrés y el alcoholismo, antes del final de Juego de Tronos. Un amigo cercano de Harington contó a Page Six que tras este enorme desenlace de la serie "tuvo un momento de, ¿qué sigue?"
De acuerdo con esta información, Harington recibió entrenamiento psicológico, practicó meditación y terapia cognitiva conductual como una forma "para combatir el estrés y lidiar con las emociones negativas". “Su esposa Rose está siendo extremadamente solidaria", agregó su amigo. "Todos los que estaban cerca de él realmente querían que descansara un poco. En este momento, él sólo necesita paz y tranquilidad".

Durante el desenlace de Game of Thrones, en al menos un par de ocasiones, Harington explicó la forma en cómo pudo afectar su vida personal el personaje de Snow. Justo después de ser asesinado y revivido el comandante de la Guardia de la Noche durante la quinta temporada de la serie, Harington contó a Variety que en ese momento fue cuando llegó a su punto "más oscuro". "No fue un momento muy bueno en mi vida", dijo. “Sentí que tenía que sentir que era la persona más afortunada del mundo cuando en realidad me sentía muy vulnerable. Pasé un mal momento en mi vida por ahí, como creo que mucha gente lo hace en sus 20 años".
"Ese fue un momento en que empecé la terapia y comencé a hablar con la gente", mencionó, "me había sentido muy inseguro y no estaba hablando con nadie".
En el estreno de The last watch, un documental de HBO sobre la producción de Game of Thrones, mientras el resto del elenco reacciona con aplausos al leer el libreto final, Harington llora cuando descubre la manera en que muere Daenerys Targaryen, interpretada por Emilia Clarke. Aunque Clarke, señaló a Entertainment Weekly que su reacción fue más o menos similar.
"Lloré", contó Clarke. "Me fui a pasear. Salí de casa, tomé mis llaves y el teléfono. Volví caminando con ampollas en los pies. No regresé en cinco horas. Pensaba: '¿Cómo voy a hacer esto?".
En abril, Harington narró a Esquire que el último día de rodaje se sintió bien. "Luego fui a hacer mis últimos disparos y comencé a hiperventilar un poco. Entonces ellos llamaron, "¡Envoltura!" Y me jodí. Fue este ataque de alivio y pena por no poder hacer esto de nuevo. No se trataba tanto de Jon. Se trataba de no estar en este mundo, no oler esos olores, pelear esas peleas, estar con estas personas, todo el paquete".
"Pero lo más extraño fue cuando salimos del set y empezaron a quitarse el disfraz y se sentía como si estuvieran desollados", agregó.