La reina del soul, Aretha Franklin, conoció a Whitney Houston cuando su madre, Cissy, la llevó a una de las sesiones de grabación cuando tenía nueve o diez años y desde ese entonces, Franklin le ofreció apoyo constante en su carrera y vida personal.

Franklin y Luthe Vandross hablaban sobre el potencial que tendría Houston como cantante y ambos la apoyaron para que pudiera triunfar en la industria de la música.

A pesar de los constantes escándalos de la cantante con las drogas y su exesposo Bobby Brown, la reina del soul declaró, “me encantó verla por el camino que hizo. Como muchos artistas, Whitney se perdió en su camino, pero lo encontró de nuevo”.

Juntas grabaron la canción de It itsn’t, it wasn’t, it ain’t never gonna be, melodía que no fue un éxito como se esperaba pero que dejó un buen sabor de boca, “todos éramos conscientes de sus retos”, dijo Franklin, de 69 años, para People. “Y yo siempre estaba apoyándola”.