Cómo Francis Coppola podría ser culpable del matrimonio entre Keanu Reeves y Winona Ryder
La amistad entre Keanu Reeves y Winona Ryder floreció en 1992 cuando ambos protagonizaron Drácula, del director Francis Coppola. Sin embargo, no sabíamos que algo más que una simple amistad se había gestado ahí. Y al parecer, tampoco Keanu lo sabía.
En una reciente entrevista con Entertainment Weekly para promocionar Destination Wedding, su próxima película juntos, Winona contó que debido a la meticulosidad de Coppola, durante la escena en la que Mina (Ryder) y Jonathan (Reeves) Harker contraen matrimonio, el director, muy poco contento con el resultado de la grabación, decidió ir todavía más lejos para que la historia lograra ser verosímil: consiguió que el sacerdote que oficiaría la ceremonia fuera real.
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SNAP/REX/Shutterstock.[/caption]
"Nos casamos de verdad en Drácula. Es cierto, te lo juro por dios. Nos casamos de verdad. En aquella escena Francis usó un sacerdote rumano real y la ceremonia se rodó completa para luego poder editar. No estoy segura, pero creo que estamos casados", dijo Winona.
Pero Keanu parecía que no se había percatado de ese detallé. O al menos, así lo demostró por la forma en que reaccionó: "Espera, ¿dijimos sí quiero?", preguntó.
-¿No lo recuerdas? Además fue el día de San Valentín-
-¡Oh Dios mío!... Estamos casados...-
Según Coppola, quien corroboró esta historia a The Guardian, no estaba contento con una "versión estilizada de la escena" por eso concluyó que "tener la verdadera ceremonia de boda como podría ser en esa religión (la cristiandad ortodoxa griega) sería hermosa", contó.
"Entonces, en cierto sentido, cuando todos terminamos, nos dimos cuenta de que Keanu y Winona realmente estaban casados ??como resultado de esta escena y esta ceremonia", dijo.
SNAP/REX/Shutterstock.[/caption]
"Nos casamos de verdad en Drácula. Es cierto, te lo juro por dios. Nos casamos de verdad. En aquella escena Francis usó un sacerdote rumano real y la ceremonia se rodó completa para luego poder editar. No estoy segura, pero creo que estamos casados", dijo Winona.
Pero Keanu parecía que no se había percatado de ese detallé. O al menos, así lo demostró por la forma en que reaccionó: "Espera, ¿dijimos sí quiero?", preguntó.
-¿No lo recuerdas? Además fue el día de San Valentín-
-¡Oh Dios mío!... Estamos casados...-
Según Coppola, quien corroboró esta historia a The Guardian, no estaba contento con una "versión estilizada de la escena" por eso concluyó que "tener la verdadera ceremonia de boda como podría ser en esa religión (la cristiandad ortodoxa griega) sería hermosa", contó.
"Entonces, en cierto sentido, cuando todos terminamos, nos dimos cuenta de que Keanu y Winona realmente estaban casados ??como resultado de esta escena y esta ceremonia", dijo.