El fútbol mexicano es atípico, pero durante Liguilla lo es aún más. Cuando dos equipos como el América y los Pumas juegan un partido confiados con que uno o dos goles podrían ser suficientes para ganar, les empatan o en el peor de los casos, les ganan. Los remontan. Y mientras eso sucede, el árbitro central se lesiona.
Así fueron los partidos de anoche del segundo día de Liguilla. Los Tigres recibieron en su casa a unos Pumas de Ciudad Universitaria que anotaron al minuto 8 del encuentro. Tras un par de rebotes, Felipe Mora abrió el marcador, e hizo parecer que la balanza se inclinaría a los felinos de la capital. Pero no. Tigres continuó insistiendo, y sin desesperase, remontó: al 68 Javier Aquino golpeó el balón con la pierna zurda hacia el arco de Alfredo Saldívar, y con un ligero desvío de Luis Quintana, logró entrar. A 10 de minutos de que acabara, Jesús Dueñas tomó la pelota a unos metros afuera del área, se perfiló y soltó un gatillazo que el Pollo no pudo contener.
Lo que sucedió en La Bombonera “gol de antología”durante el América-Toluca no estuvo tan alejado a parecerse al Tigres-Pumas. Las Águilas estuvieron a nada de ganar, si no hubiera sido por este gol de Alexis Vega que vale la pena ver. “El recorte de Alexis Vega es de sastre de antes, de esos que ya no hay”, escribió alguien en Twitter.
Pero, si hubiera por este gol y la lesión del árbitro central, Marco Antonio Ortiz, habría pasado desapercibido el encuentro. O no, pero lo embelleció.
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