Hace unos días celebrábamos el inicio de la temporada 2018 de la NFL y han pasado sólo un par de partidos y este apasionante deporte ya nos regaló dos historias para contar…
Ya habíamos escuchado de encuentros en el mundo deportivo con un tiempo de duración realmente increíbles, por mencionar un ejemplo podemos recordar que en el 2010 el duelo entre los tenistas John Isner y Nicolas Mahut duró más de 11 horas, pero ahora en el fútbol americano se registró un nuevo récord.
Todo sucedió el pasado domingo 9 de septiembre, en el campo de Hard Rock Stadium en Florida, durante el encuentro entre Miami Dolphins vs Tennessee Titans, pues el partido registró un tiempo histórico de más de 7 horas. Recordemos que el fútbol americano tiene una duración total de 60 minutos dividido en cuatro cuartos, cada uno de 15 minutos.
Una regla que hay en la NFL es que se podrá jugar con mucho calor, frío, nieve o lluvia, pero jamás bajo una tormenta eléctrica, por este motivo el juego tuvo que ser suspendido en un par de ocasiones. En las pantallas del estadio aparecía el siguiente mensaje dirigido a los aficionados:
“Debido a la caída de un rayo en el área, el árbitro suspendió el partido. Por favor, diríjanse a los vestíbulos del estadio para buscar refugio”.
Cuando todo regreso a la normalidad, Los Delfines lograron conquistar el encuentro 27 a 20.
La siguiente historia digna de contarse es la del quaterbak (QB) de Green Bay, Aaron Rodgers, quién posee un talento indiscutible y lo demostró en el césped de su estadio, Lambeau Field.
Durante el segundo cuarto Rodgers salió cojeando del campo, quejándose de su rodilla izquierda, después de que el defensa Roy Robertson- Harris, de Chicago, le cayera encima.
El QB de los “Empacadores” permaneció fuera de juego por aproximadamente un cuarto, al ver a su equipo caer decidió regresar y luchar con ellos, así lograron remontar 20 puntos a los “Osos”, el marcador finalmente quedó a su favor 23- 24.