Cultura

Mario Benedetti: sus mejores poemas de amor a 100 años de su nacimiento

Un día como hoy, pero de hace 100 años, nació uno de los mejores escritores y poetas que Uruguay le dio al mundo. Un siglo después, lo recordamos con 5 de sus poemas de amor más hermosos. Toma nota.
lunes, 14 de septiembre de 2020 · 08:38

Uruguay, uno de los países más pequeños de América pero que ha regalado al continente y al mundo artistas de capacidad inconmensurable. Uno de ellos es, sin lugar a dudas, Mario Benedetti.

Es uno de los escritores y poetas latinoamericanos más famosos y queridos de la actualidad, y seguramente muchos nos hemos topado con su obra al menos en algún momento de nuestra vida. A un siglo de su nacimiento, recordamos a Mario Benedetti con 5 de sus mejores poemas de amor. Goza estas líneas que te compartimos a continuación:

• Te quiero

Tus manos son mi caricia
mis acordes cotidianos
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia

si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos

tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro

tu boca que es tuya y mía
tu boca no se equivoca
te quiero porque tu boca
sabe gritar rebeldía

si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos

y por tu rostro sincero
y tu paso vagabundo
y tu llanto por el mundo
porque sos pueblo te quiero

y porque amor no es aureola
ni cándida moraleja
y porque somos pareja
que sabe que no está sola

te quiero en mi paraíso
es decir que en mi país
la gente viva feliz
aunque no tenga permiso

si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.

• Hagamos un trato

Compañera usted sabe que puede contar conmigo, no hasta dos o hasta diez, sino contar conmigo.
Si alguna vez advierte que a los ojos la miro y una veta de amor reconoce en los míos, no alerte sus fusiles, ni piense que deliro.
A pesar de esa veta de amor desprevenido, usted sabe que puede contar conmigo.
Pero hagamos un trato nada definitivo, yo quisiera contar con usted.
Es tan lindo saber que usted existe, uno se siente vivo.
Quiero decir contar hasta dos hasta cinco, no ya para que acuda presurosa en mi auxilio, sino para saber y así quedar tranquilo, que usted sabe que puede contar conmigo.

• Viceversa

Tengo miedo de verte, necesidad de verte,
esperanza de verte, desazones de verte.
Tengo ganas de hallarte, preocupación de hallarte,
certidumbre de hallarte, pobres dudas de hallarte.
Tengo urgencia de oírte, alegría de oírte,
buena suerte de oírte y temores de oírte.
O sea resumiendo, estoy jodido y radiante,
quizá más lo primero que lo segundo y también viceversa.

• Táctica y Estrategia

Mi táctica es mirarte, aprender como sos, quererte como sos.
Mi táctica es hablarte y escucharte, construir con palabras un puente indestructible.
Mi táctica es quedarme en tu recuerdo, no sé cómo ni sé con qué pretexto, pero quedarme en vos.
Mi táctica es ser franco y saber que sos franca y que no nos vendamos simulacros,
para que entre los dos no haya telón ni abismos.
Mi estrategia es en cambio más profunda y más simple.
Mi estrategia es que un día cualquiera, no sé cómo ni sé con qué pretexto, por fin me necesites.

• Enamorarse y no

Cuando uno se enamora las cuadrillas del tiempo hacen escala en el olvido, la desdicha se llena de milagros, el miedo se convierte en osadía y la muerte no sale de su cueva.
Enamorarse es un presagio gratis, una ventana abierta al árbol nuevo, una proeza de los sentimientos, una bonanza casi insoportable y un ejercicio contra el infortunio.
Por el contrario desenamorarse es ver el cuerpo como es y no como la otra mirada lo inventaba, es regresar más pobre al viejo enigma y dar con la tristeza en el espejo.