¿Qué hay en el Museo Warren y dónde está ubicado?

Algo que siempre ha intrigado a miles de personas en todo el mundo ha sido todo aquello que tenga un origen paranormal, y es que enfrentarse a situaciones que no tienen una explicación y que en apariencia son provocadas por espíritus han sido incluso motivo de estudio, así como temas recurrentes en el cine y en la cultura general, como es el caso del Museo Warren.

Este tipo de recintos, dada su naturaleza, son vistos como lugares dignos de visitarse, pero cuando a esto se suma un tema paranormal resultan aún más atractivos.

¿Qué puedes encontrar en el Museo Warren?

El Museo Warren está inspirado en la famosa pareja de investigadores paranormales Ed y Lorrain Warren que se convirtieron en celebridades por su polémicas investigaciones, en donde seres malignos y sobrenaturales fueron los protagonistas.

Historias como Annabelle, La Monja o El Conjuro, son algunos de los casos más famosos que esta pareja investigó y que más tarde fueron llevados a la pantalla grande, volviéndose éxitos en taquilla en diferentes países del mundo, incluidos México.

Entre los lugares que el matrimonio visitó fue el 112 de Ocean Avenue, en Amityville, una de las casas embrujadas más famosas de todos los tiempos y de la cual también existe un largometraje.

Tomando como referencia estos y otros acontecimientos sobrenaturales es como se creó el Museo Warren.

Aquellas personas que quieran visitar este lugar, ubicado en 30 Knollwood St, Monroe, CT 06468, Estados Unidos, podrán observar diversos objetos que han sido recolectados por esta pareja, entre los que se encuentran un piano que, según la historia alrededor de él, suena sin que nadie lo toque, así como el vestido de la fallecida Anna Baker.

De igual forma se puede apreciar al muñeco Shadow, un juguete que se afirma era el causante de que aquellas personas cerca de él tuvieran pesadillas tan espeluznantes que podrían ocasionar que quien las tenía muriera de un infarto, sumado a un espejo en donde las personas que se reflejaban en él podían observar criaturas extrañas, así como huellas de manos pequeñas, similares a las de un niño.