El programa educativo de la SEP, Aprende en Casa, agrega diariamente temas nuevos para que las y los alumnos de nivel básico puedan analizar y comprender con el objetivo de continuar sus estudios a distancia durante la pandemia.

Este día, parte del aprendizaje en la materia Ciencias Naturales, "¿Cómo viaja el sonido?", se abordó la importancia de este fenómeno físico percibido por el oído que se propaga por medio de ondas circulares. Si te quedaste con dudas o quieres repasar más sobre este tema, no te preocupes, aquí te explicamos de qué se trata.

¿Qué es el sonido?

Es un fenómeno físico que consiste en la alteración de partículas de un objeto a partir de la vibración, lo que genera una sensación auditiva. Estas vibraciones se trasmiten en ondas sonoras por un medio, generalmente el aire.

Dichas ondas logran introducirse por el oído para hacer vibrar la campana del tímpano, de ahí recorre el oído medio, oído interno y llega al nervio acústico que transporta al cerebro los impulsos neuronales para generar la sensación sonora.

La mayoría de los seres vivos tenemos la capacidad de percibir sonidos a nuestro alrededor pero, ¿cómo se propaga? ¿Cómo logramos escucharlos? ¿Qué sucede en nuestro entorno para percibirlos? Aquí responderemos estas preguntas.

Propagación del sonido

Ya vimos que el sonido se genera a partir de vibraciones producidas por cualquier medio material, líquido, sólido o gaseoso. Básicamente, cualquier objeto puede generar ondas vibratorias.

Sin embargo, la velocidad con la que es producido, así como las condiciones externas (humedad, temperatura, presión), puede evitar su propagación.

El sonido es la perturbación de una onda que se mueve en un medio a través de ondas mecánicas con partículas interconectadas que interactúan entre sí. Debe haber un emisor, es decir, quién lo genere, y un receptor que lo recibe.  

Las ondas pueden propagarse en el aire a una velocidad de 343 m/s, aproximadamente; no obstante, esta velocidad también puede variar por factores como la temperatura o humedad.

Las condiciones donde se genera son diversas, en el agua puede tener una velocidad de 1500 m/s de acuerdo a la profundidad, salinidad o temperatura. Por otro lado, en materiales metálicos su paso por el aire es mucho más rápido ya que alcanzan velocidades de hasta 5000 m/s.