Cultura

¿Cómo llegó el penacho de Moctezuma a Austria?

El penacho fue elaborado con plumas de cuatro especies de aves y más de 500 laminillas metálicas de oro. Por lo que varios presidentes han solicitado su regreso a México, pero no lo han conseguido.
martes, 13 de octubre de 2020 · 12:08

El penacho de Moctezuma, único formado por plumas de origen mexicano y adornos de oro, actualmente se encuentra expuesto en el Museo de Etnología de Viena. Este valioso objeto histórico ha estado fuera del país desde hace más de 500 años.

Por lo que desde hace décadas se ha intentado recuperar y ahora el presidente Andrés Manuel López Obrador ha pedido a su esposa Beatriz Gutiérrez Müller que insista al Gobierno de Austria para que preste el penacho con motivo del Bicentenario de la Independencia de México.

Müller se reunió con el presidente de Austria, Alexander Van der Bellen, en medio de una gira por Europa con la intención de obtener piezas históricas y arqueológicas de México para ser exhibidas en nuestro país el año que viene.

Con este hecho, las interrogantes acerca de como llego el penacho a Austria han iniciado, aquí te damos algunas de las versiones que hay entorno al valioso objeto. 

A lo largo de la historia se ha asegurado que el penacho exhibido en Austria perteneció al tlatoani Moctezuma Xocoyotzin (1466-1520). Y de acuerdo con Instituto de investigaciones Históricas de la UNAM, el 10 julio de 1519, la Junta de Regimiento de la Villa Rica de la Vera Cruz envió por vía marítima una carta dirigida a la reina Doña Juana y a su hijo, el emperador Carlos. En este mismo navío también se llevaron "el oro, plata, piedras y plumajes que se 'ha habido' en estas partes nuevamente descubiertas".

Fue así como varios objetos mesoamericanos comenzarían una larga vida fuera de su continente de origen como un intercambio cultural entre América y Europa.

"Por muchos años se creyó que el penacho de Moctezuma había viajado en este navío, sin embargo, hasta la fecha no se tiene certeza de cómo llegó a Europa", señala el Instituto.

Otra versión afirma que Moctezuma se lo habría regalado a Hernán Cortés cuando tenían relaciones cordiales e intentaban establecer un lazo de respeto antes de la Conquista. Cortés se lo envió al rey Carlos I de España, el monarca era miembro de la familia Habsburgo, proveniente de Austria, lo que podría ser un factor importante para que el objeto se encuentre en ese país.

"A finales del siglo XVII, el penacho se identificó como un sombrero morisco y no fue sino hasta el siglo XIX, en que se le adjudicó un origen indígena mexicano. A partir de este momento surge el interés por parte de los europeos por vincularlo a Moctezuma y desde luego a Cortés", detalló el Instituto de investigaciones Históricas.

En 1908 en el Congreso Internacional de Americanistas, realizado en Viena. Fue identificado como una "corona de plumas", versión posteriormente desechada tras comprobar en los códices mexicanos que los gobernantes mesoamericanos no utilizaban coronas y penachos, sino otro tipos de tocados como signo de autoridad, entre ellos la diadema Xihuitzolli.

Fue en el siglo XX cuando las asociaciones entre el penacho y el emperador Moctezuma hechas por los europeos fueron cambiadas con el discurso indigenista mexicano cuya propuesta oficial era el rescate del pasado glorioso indígena a través de sus símbolos mexicas.

El penacho es considerado parte del patrimonio arqueológico que debía ser repatriado. Sin embargo, la petición formal tardaría varias décadas más. A partir de 1990, dos hechos contribuyeron a que se le diera atención pública: la cercanía de la celebración del centenario de la llegada de Cristóbal Colón en 1992 y la diligencia de un danzante de bailes tradicionales radicado en Austria, conocido como Xokonoschtletl Gómara.

Gómara ha sostenido por décadas que el penacho era una corona imperial que había pertenecido a Moctezuma y que por esa razón debe repatriarse. Con este fin, organizó una marcha y un mitin en Austria, cuyo objetivo era presionar para que el gobierno mexicano tomara cartas en el asunto.

Por este motivo, el INAH envío una petición de devolución en 1991. Sin embargo, tras examinar el estado físico del penacho, se llegó a la conclusión que no sería posible transportarlo pues su deterioro sería irreversible.

En 2011, el Gobierno mexicano ofreció un intercambio temporal del penacho de Moctezuma a cambio de la carroza dorada del emperador Maximiliano de Habsburgo, que actualmente se exhibe en el Museo Nacional de Historia del Castillo de Chapultepec.

No obstante en la actualizad la misión sigue pareciendo imposible, pues deberán pasar años para el regreso a territorio nacional de este objeto, por su parte la Unesco apoya que los objetos históricos sean restituidos a sus países de origen.