El amarillismo o sensacionalismo, o como lo conocemos actualmente, las noticias falsas, no son propias de nuestra época. Tienen un origen muy lejano.

La historia del amarillismo se remonta a finales de los 1800 e inicios del siglo pasado, y gracias a un par de diarios estadounidenses que, con tal de vender un gran número de ejemplares -que podemos comparar con los clicks que los periódicos digitales se esfuerzan por conseguir en la actualidad- mentían, digamos que un poco.

El New York World, de Joseph Pulitzer, y el New York Journal, de William Randolph Hearst, llamaron a su forma de hacer periodismo el new journalism (nuevo periodismo) con historias que impactaban a cualquiera, como la noticia del hundimiento del acorazado Maine, en la Habana, Cuba, en 1898, y que el World y el Journal se encargaron de contar a su manera, y sin ningún tipo de información que constatara los hechos.

Incluso, de acuerdo con NatGeo, su amarillismo fue el detonante de la guerra de Estados Unidos contra España.

Foto: Granger / Album

Nada ha cambiado aún. Pero el término yellow journalism (periodismo amarillo) también tiene un origen tierno: en una tira cómica de un niño vestido con un camisón amarillo que comenzaría aparecer, primero, entre las páginas del Journal, titulada The Yellow Kid o El chico amarillo, del dibujante Richard F. Outcault. Más tarde, Pulitzer replicaría esta caricatura, que contaba la vida marginal de este niño, con la ayuda de George Luks

Imagen: Outcault, R. F., The Yellow Kid and His New Phonograph, publicada el 25 de octubre de 1896.

Según explica Medium, diarios más conservadores como Sun (de Nueva York) o el New York Press, emprendieron una campaña para desprestigiar a estos periódicos. Y aunque no lo consiguieron, el Press acuñó en 1897 el término yellow journalism, basándose en el niño de camisón amarillo. Pero a pesar de que la ilustración es tierna, el significado del apodo no lo era tanto.

En un artículo publicado en 1898 en el New York Press, titulado «We called them Yellow because they are yellow», explicaba que amarillo significaba cruel y cobarde.

En 1962, en el libro Periodismo Americano, Frank Luther Mott enlistó las características de un periódico amarillista:

  • Titulares aterradores o sobrecogedores en letras grandes.
  • Uso continuo de imágenes o ilustraciones.
  • Empleo de entrevistas falsas, titulares engañosos, y la aparición de Pseudociencia y temas relacionados,
  • Suplementos dominicales a todo color, con tiras cómicas
  • Cierta simpatía por los “desvalidos”.