Con la llegada de la primavera, también podemos ver las calles de la ciudad tapizadas con afombras de flores de jacaranda. Sabemos que estos árboles te hacen especialmente feliz, así que aquí te decimos cómo plantar tu propio.
Lo primero que debes hacer es, naturalmente, conseguir las semillas. Hay dos maneras de hacerlo: directamente del árbol o comprarlas. Estas se obtienen del interior de las castañas de las jacarandas.

Una vez que extraigas las semillas, solo debes plantarlas, de preferencia en tierra que tenga vitaminas o abono. Recuerda que la tierra debe estar húmeda y que las semillas queden solo ligeramente cubiertas.
En menos de dos semanas, tu planta deberá germinar. Una vez que haya crecido un poco, pásala a una maceta más grande.
A pesar de que estas plantas no requieren de muchos cuidados (deben estar en el sol y un lugar seco y con un riego frecuente), deberás esperar al menos dos años para verlas florecer con su característico color lila.