Una frontera o un proceso migratorio es sinónimo de muerte, desaparición y sufrimiento. En 2018, de acuerdo con el Proyecto Migrantes Desaparecidos, se contabilizó la muerte de 3 mil 114 personas durante sus éxodos alrededor de todo el mundo. Tan solo en la frontera de Estados Unidos con México, fallecieron 376 migrantes.
Así que podríamos imaginar, con base en datos y en testimonios, que una frontera solo es un sitio compuesto de caos y desesperación: una zona en constante conflicto. Pero a su vez, también podría ser un lugar perfecto para fotografiar escenarios repletos de surrealismo, como si una valla metálica fuera parte de una muestra de arte, aunque en realidad se encuentre en medio de un desierto que ha sido testigo de mucho sufrimiento.
“Construir muros es, en mi opinión, más un símbolo que otra cosa, un gesto desesperado”.
“Las fronteras están desapareciendo a nivel existencial”, explica Richard Misrach, autor de esta serie fotográfica publicada en National Geograpihic, que muestra, si no una solución, sí el cruce de factores políticos, culturales e incluso, de rasgos de la naturaleza. “Rara vez aparecen en mis imágenes personas”, cuenta Misrach, “pero su huella siempre se percibe”.
La mayoría de estas fotografías fueron tomadas con una teléfono celular, en parte, debido a que debían ser tomadas con rapidez desde 2009, cuando Misrach se percató que cada vez se construían más muros; sin embargo, lo que intenta Richard con cada una de estas imágenes, dice, es generar “una reflexión seria sobre estas realidades”.
Técnica de rastreo

Espantapájaros

Muro

Cerca solitaria

Muro marino

Campo de tiro

Barreras de Normandía
