El capitán Andrés Iniesta se despide del Barcelona y el Camp Nou lo ovaciona. Era el último partido de Iniesta en el Camp Nou y tenía un invitado de lujo, Real Madrid, para vivir su último clásico.
Corría el minuto 57 del clásico, cuando Iniesta salió del terreno de juego por Paulinho. En ese momento la grada le ofreció una fuerte ovación de pie, levantando el corazón de todos los aficionados ahí presentes no importando el color de la casaca.
“Me quedo con todo. Con la suerte de disfrutar un Clásico, aunque no fuese en las mejores condiciones. Son partidos para disfrutar. Este es un partido distinto, no hay nada que lo iguale”.
Una vez que culminó el partido, las luces se apagaron, Iniesta se paró en el centro del campo y todos los jugadores azulgranas se juntaron para celebrar el doblete de Copa y Liga. Dieron una vuelta al campo para agradecer a la grada.
“Los Clásicos son así. Son partidos intensos, aunque no te juegues nada, son distintos y especiales. Ha sido bonito. Los dos hemos intentado sacar lo que teníamos para ganar. El empate nos deja con un buen sabor de boca”.
Así fue como Iniesta se despedía en su último clásico, de su último título de liga, de su última copa y de su última vuelta en el Camp Nou con el Barcelona. Como Azulgrana Iniesta disputó 38 clásicos y su balance fue positivo: ganó en 16 ocasiones, perdió 12 duelos y empató en 9 veces.
Andrés Iniesta se despide del Camp Nou:
“Somos rivales, nos conocemos después de tantos y tantos partidos. Se desea lo mejor a los compañeros”.