Seguramente en esta cuarentena, tu familia ha aprovechado para hacer una limpieza profunda de tu casa, sin embargo, ¿realmente estás limpiando bien? Aquí te decimos cuál es la manera correcta de hacer quehacer.
De acuerdo con los expertos en limpieza, lo primero que debes hacer es una lista de tareas que has evitado durante muchos meses. Es decir, hay que incluir zonas y textiles que no solemos tocar diariamente, como las paredes, alfombras o fundas de cojines.
Ahora bien, es importante que hagas un recorrido por cada habitación de la casa y veas cuáles son sus necesidades de limpieza. En las habitaciones podrás encontrar manchas distintas a las que hay en la sala o en la cocina, por ende, cada una tiene un tratamiento distinto para eliminar.
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Primero que nada debes liberar espacio, ordena y dile adiós de lo que ya no uses o ya no sirva. Recuerda, si no lo haz utilizado en los últimos 12 meses, es probable que no lo necesites. Los puedes regalar, donar o vender.
Dos de los lugares que debes limpiar totalmente son los baños y la cocina. Son los mayores focos de infección en una casa, por eso, la limpieza debe ser exhaustiva. Tus mejores amigos para limpiarla serán el cloro y el amoniaco, que puedes conseguir en cualquier supermercado.
El cloro podrás usarlo para lugares como los sanitarios, grifos, lavabo, ropa y más. Recuerda tallar muy bien la taza de baño, pues ahí, es donde se concentra una mayor parte de bacterias.

Cuando llegues a la cocina, es importante comenzar a limpiar de extremo a extremo. Aspira los cajones y estantes para poder pulverizarlos por fuera y por dentro. Si tienes manchas, te recomendamos quitarlas con bicarbonato de sodio y frotar hasta que estas desaparezcan.
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Los sillones también son un gran punto de infección. Lo ideal es que, si tienen funda, quitarla y lavarla en la lavadora, si son de piel, debes lavarlos con un pañol y con el producto de tu preferencia de tapicería.
Las cortinas, toallas de baño, sabanas, fundas de almohada y más deben ser lavadas a máquina y con productos de limpieza específicos para los tipos de tela y colores.
Las ventanas son otro punto que no debemos dejar pasar. Estas las podemos limpiar con amoniaco rebajado con agua y usar guantes. Si quieres eliminar la carga química, puedes sustituirlo con vinagre, solo debes rebajarlo en agua tibia o caliente y echarle unas gotas de limón para contrarrestar el olor.
Para finalizar, no te debes olvidar de los elementos que tienen un contacto diario, es decir, las puertas, manijas, teléfonos, control de televisión, y más. Para limpiarlas puedes usar amoniaco o toallitas de bebé.
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