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El argumento de la “derecha opositora” para justificar toda la podredumbre que dejaron es que el Gobierno Federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador pactó con su antecesor.

El llamado sexenio de la corrupción, quizá, ha sido el que más ha desfalcado a México. Desmanteló y quebró a Pemex. En materia de obra pública se desviaron miles de millones de dólares. Los casos ahí están, según el último informe de Cuenta Pública correspondiente al 2018, último año de gobierno de EPN y compañía.

En las obras del Tren Interurbano México-Toluca, así como el cancelado Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAIM), se encontraron irregularidades por 8 mil millones de pesos. Tan solo en el NAIM se identificaron pagos indebidos por 2 mil 598 millones de pesos. Ese dinero, nadie sabe dónde está. Seguramente con ese se financia EPN vida de jeque.

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El PRI, con su última y fallida campaña para reposicionarse, solamente dejó clara su intención de no ser parte de una recomposición social y refundación del país. Inmediatamente desconocieron a Lozoya, gran operador financiero del 2018.

La “otra oposición”, es decir la blanquiazul, solo ha atinado a guardar un silencio cómplice.

Estamos ante un hecho histórico: el gobierno Federal sabe que para legitimar su bandera de gobierno necesitan abrir muchas cloacas.

Desafortunadamente, la mayoría de ellas dan sorpresas inexplicables. Sí, porque este es un país donde el realismo mágico se queda corto. Pero también, necesita aterrizar un discurso más sólido, económicamente hablando, sobre todo cuando se trata de dar certidumbre inversionista.

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Ya comenzaron a caer peces gordos

Lo que no podemos negar es que hay un camino que se está construyendo para lograr un punto de inflexión y dar una lección sin precedentes a los grandes saqueadores del país. Ya comenzaron a caer peces gordos.

Pero hoy el mexicano, enojado porque tuvieron el descaro de modificar la manera de medir la pobreza para “cuadrar números” ficticios, oide al tiburón. Y sí, lo pide como un trofeo. Porque en nuestro complejo de inferioridad, desdeñamos la política de gran parte de centro y Sudamérica, y olvidamos que en Perú cinco expresidentes han estado frente a la justicia por sus turbias relaciones con Odebrecht. En Guatemala y El Salvador primeros mandatarios y sus esposas han pisado la cárcel y pagado parte de sus crímenes.

La “oposición” critica que López Obrador se desdice constantemente. Ojo, mejor analicen el fondo y no la forma…

Lo cierto es que hoy los rumores y las versiones apuntan al exvicepresidente de México: Luis Videgaray.