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El odio los ha hecho tan iguales que ya no sabemos distinguirlos.
Los extremistas anti-López Obrador insultan, reclaman, muestran su ira por las determinaciones del presidente.
Los pro-López Obrador insultan, reclaman muestran su ira por que los de enfrente “no entienden” el cambio que se gesta.
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Los argumentos faltan. Ambos bandos se declaran dueños de la verdad, pero ninguno muestra salidas al conflicto (hoy la pandemia del COVID-19 y la crisis económica que se viene) en la que haya un consenso.
Los pro-AMLO acusan de chayoteros a los periodistas que critican al presidente. No muestran pruebas de sus acusaciones y estigmatizan a los que llaman “medios tradicionales” a los que acusan de los daños del país.
Los anti-AMLO acusan de neochayoteros a los youtuberos y algunos periodistas que están a favor del presidente y estigmatizan a los que se hacen llamar “medios alternativos” a los que acusan, desde hoy, de los males que tendrá México en el futuro.
Los antis y los pros se acusan, mutuamente, de asesinos, corruptos, saqueadores, mentirosos, traidores, pero en ningún caso, muestran pruebas de sus dichos.
Las injurias están a la orden del día. No importa sexo o posición social, los adjetivos van por delante.
Los que ganaron parece que no entendieron la responsabilidad del triunfo.
Los que perdieron, no han encontrado el camino para convertirse en opción.
Las campañas políticas de 2021 serán más rudas, crudas, alevosas y ruines que la que se vivió en el 2006.
Las redes sociales, malditas y benditas al mismo tiempo, serán un campo de batalla en donde el odio tendrá un protagonismo como nunca habrá registrado la sociedad mexicana.
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Nadie quiere ocupar el centro, es decir, el consenso y el acuerdo.
La ambición por el poder -por mantenerlo y recuperarlo- les hizo perder la razón.
Los pro-AMLO no se han dado cuenta que con sus linchamientos mediáticos y en redes, en nada le ayudan al proyecto transformador del presidente López Obrador.
Los anti-AMLO no se han dado cuenta que con sus linchamientos mediáticos y en redes, en nada se ayudan como oposición al régimen del presidente López Obrador.
Recuperemos el centro, por favor.
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