Twitter: @AleJuarezA

Mi madre me platica que cuando ella era niña, en la Ciudad de México aún se podía tomar agua de la llave. Actualmente eso no es recomendable.

En España se puede tomar agua de la llave sin mayores riesgos. Por supuesto los recursos detrás de eso son inmensos, pero es una inversión pública destinada a garantizar el acceso al agua.

¿Cuántos topes habrá en México? Sin duda, miles. Los topes muestran una terrible falta de cultura y educación vial. Manejamos mal, no respetamos los semáforos, ni los límites de velocidad, ni a peatones, ni a ciclistas y muchos de estos últimos tampoco respetan los señalamientos de tránsito. En España no vi un solo tope. Además de lo anterior, y acostumbrado a que el automovilista promedio no respeta los pasos peatonales en México, cuando iba a cruzar una calle y veía que se aproximaba un auto, me detenía para que pasara, pero al contrario de lo que ocurre aquí, el automovilista era quien se detenía y me dejaba pasar a mí.

Servicio de Limpia, España. Foto: Alejandro Juárez

La zona en donde renté, después supe, no era «el mejor vecindario». En un comparativo, sería como mi natal Iztapalapa que, aunque le tengo cariño, admito que uno se debe cuidar más al estar ahí. Sin embargo, mi primera impresión fue muy diferente. Todos los días pasaba el servicio de limpia y recogían todo a su paso, lo cual era más fácil porque la gente no tira basura en la calle. Sí vi más de un excremento de perro sin levantar, pero eran los menos. Como en todas partes, siempre hay un negrito en el arroz.

De igual modo, la policía, municipal o nacional y a las cuales se les respeta mucho, pasaban con regularidad. Para mí, chilango fogueado, me pareció un lugar seguro. Platicando fue que me enteré de que para ellos no era tan así.

¿En qué en qué nivel de inseguridad estamos en México como para que ese lugar me pareciera tranquilo y a ellos medio peligroso?

Otro tema es la calidad del aire. En la Ciudad de México son pocos los días en que podemos disfrutar de un cielo limpio. Desde Santa Fe, que es donde está el CIDE, lo «normal» es ver la ciudad cubierta por contaminación. Eso también lo vi en Madrid, pero en una cantidad mucho menor y por el contrario fueron más los días en que el cielo se veía muy despejado. Esto tiene una relación directa con el transporte público. El Metro y los autobuses son eficientes y cubren gran parte de la zona metropolitana. También son caros en comparación a México.

¿A dónde llevo estas reflexiones? Algunos pensarán que me quejo de mi país y que enaltezco a España. No es así. Mi interés está en cómo lograr que esa calidad de vida la tengamos en México. Yo pienso que sí es posible.

Los temas del agua, transporte y seguridad son complejos y requieren intervención de las autoridades, pero otros, como manejar, caminar y andar en bicicleta con mayor educación y orden, no.

Norma oficial del transporte público de España. Foto: Alejandro Juárez

Nadie nos obliga a pasarnos un alto, nosotros lo decidimos. ¿Y si decidiéramos lo contrario? Respetar el semáforo, los límites de velocidad y los cruces peatonales. ¿Y si también decidiéramos no tirar basura y recoger lo que hacen nuestros perros en la calle? ¿O no comprar robado ni dar mordidas? ¿las cosas mejorarían? Sí.

Estas palabras están escritas con la convicción de que no debemos de esperar que las autoridades «pongan el ejemplo», sino que nosotros, la ciudadanía, debemos de ponerlo.

Si no creemos que una mejor ciudadanía, más responsable y educada, es la solución para México, entonces dejaremos de creer que nuestro país realmente puede mejorar. Yo me niego a eso. ¿Y ustedes?

#MejorCiudadanía

#SolucionesDeRaíz