Twitter: @Marioliva4
Me he atrapado añorando la anterior “normalidad”, supongo que una normalidad a la que nos habíamos acostumbrado, de cambios lentos, estancamientos y retrocesos. Una normalidad desigual, desgastante, e insostenible. Pero en donde entrelazarnos, organizarnos, crear momentos y mantener nuestras redes nos daban fuerza.
Esa normalidad que se sostenía con alfileres ya no vendrá, habrán cambios rápidos y tendremos que actuar a ese ritmo. Sostener y crear redes que beneficien proyectos locales es un gran primer paso.
Construir una nueva realidad no será fácil, sobre todo porque no se puede, en muchos casos comenzar desde cero. La nueva economía tiene que enfocarse a la restauración, y ésta tiene que ser circular pues el origen de ésta pandemia, que alimenta al sistema económico es nuestra forma de consumir, producir y desechar.
Hacerlo además en medio de la pandemia, donde el consumo de agua, tapabocas, cloro, alcohol y materiales desinfectantes y trajes desechables es descomunal, y , lo seguirá siendo por un tiempo más, otra vez, de manera desigual, al menos tres años, hasta el fin de la pandemia, con su respectiva disminución gradual.
Será importante enfocarse en apoyar, sostener e innovar con proyectos enfocados a disminuir el consumo de materiales “crudos”,y reciclar y recuperar los materiales con lo que se hacen las cosas, especialmente los diferentes tipos de plástico, para disminuir la emisión de gases efecto invernadero, por un lado, y para permitir crear empleos que se puedan adaptar a la nueva normalidad, que pinta incierta, y con cambios rápidos y crisis constantes.