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Us (EE.UU., 2019) es la nueva película del director estadounidense, Jordan Peele, y nos enfrenta a nuestra interioridad, la cual está poblada de miedos, emociones y anhelos. En nuestro país el largometraje traducido como “Nosotros” es promocionado con la consigna que es de terror, pero en realidad, es una cinta llena de suspenso y tintes psicológicos que te mantendrán al filo del asiento.

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Dicho esto, al ver Us no esperes jump scares ni escenas que te hagan gritar (por lo menos no durante la proyección), sino que te encontrarás con un guión que al parecer es transparente pero encierra una gran complejidad: Todo comienza con una niña llamada Adelaide Wilson, que se extravía dentro de un parque de diversiones, en específico, una casa de espejos, haciendo un salto temporal para llevarnos con Adelaide ya adulta, interpretada por Lupita Nyong’o, que regresa a ese lugar, pero ahora con su familia: sus 2 hijos y su marido.

Adelaide, no se siente cómoda regresando al lugar donde pasó ese amargo trago, pero no es solo esa sensación la que la inquieta, al parecer hay algo más que la acecha a ella y sus seres queridos, presentimiento que se cumple cuando a su puerta llegan cuatro misteriosos seres que portan overoles rojos y tijeras doradas, y lo peor, sus rasgos son iguales a los de toda la familia, como si fueran clones.

Estos “clones” tienen una misión: terminar con ellos, y es ahí donde deja de ser una clásica película de terror para sumergirse en la tensión que crean filmes como The Shining (1980), Psycho (1960), The Witch (2015), Hereditary (2018) en los que no parece ser sólo una masacre sangrienta lo que ocurre en la pantalla, sino que hay fuerzas o razones insospechadas que mueven a los personajes en esa vorágine violenta.

Jordan Peele ya había dado cuenta de su talento para crear estos desconcertantes filmes, en su ópera prima, Get Out (2017) nos sumerge en una pesadilla en la que el racismo y las relaciones de poder se patentizan de manera encarnizada, haciendo que valoricemos la manera en que observamos a los demás. En el caso de Us, también hay un discurso social muy notorio: Es una llamada de atención para que volteamos la mirada hacia aquellas y aquellos que el sistema invisibiliza de manera intencional, pudiendo ser personas en situación de calle, con problemas de salud, económicos, entre muchas más.

Y esas minorías que viven al margen también ostentan poder, el de la resistencia, y si hay una debida organización, éstas pueden exigir una presencia y participación activa dentro de la estructura social que las ha relegado. La escena final con esos seres unidos a través de sus manos formando una cadena gigante nos patentiza el mensaje.

Peele, que también es comediante, teje este fino y profundo mensaje a partir de una dirección de arte impecable (la escena que acompaña la presentación de la película con unas jaulas de conejos blancos es gloriosa), conformó una banda sonora que va dirigiendo emocionalmente lo que ocurre, además de actuaciones sobresalientes. A su vez, hay un uso de humor negro que permite hacer más ligera la atmósfera, dando respiros al espectador para que libere la angustia que el filme de pronto genera.

Otro mensaje que Us ostenta es la complejidad de la naturaleza humana: A veces pensamos que nos conocemos, que podemos saber quienes somos y cómo actuamos, cuando en realidad nuestra psique es un intrincado laberinto, donde nuestros sentimientos, deseos, recuerdos y sueños se mezclan. Nuestro peor enemigo -muchas veces- somos nosotros mismos, tanto a nivel individual como colectivo (pensemos en la deteriorada situación del medio ambiente) actuamos como si estuviéramos saboteándonos, haciendo de nuestra vida un agonizante y confuso trayecto.  El personaje de Adelaide pelea de manera vehemente con su símil, Red, haciendo que nos preguntemos si no también en nuestra mente existe una confrontación semejante.

Para terminar, el director asevera que a través del miedo e incertidumbre que genera la cinta, se produce una experiencia estética significativa, pues esos estímulos del filme nos hacen formularnos preguntas sobre aquello que acabamos de ver y sentir, es decir,  Us funciona como una prueba de Rorschach, en el que cada uno reflejará su subjetividad y vivencias para descifrar el mensaje.