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Esta semana la secretaria del Departamento de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, presentó su renuncia a su cargo. Días después, la segunda en mando, la subsecretaria Claire Grady, una mujer con años de experiencia en el gobierno también dimitió. Si bien hasta hoy no existe una versión oficial de la salida de estas dos mujeres del gabinete presidencial, diferentes versiones han afirmado que fue consecuencia de una confrontación con el presidente Trump quien en las ultimas semanas buscó endurecer las medidas anti migratorias en Estados Unidos.


Noticia tras noticia en las ultimas semanas ha revelado que el presidente Trump de la mano de su jefe de gabinete, Mick Mulvaney, está buscando mecanismos más severos para detener el flujo de centroamericanos a través de la frontera con México. Se rumora que el presidente ha buscado la forma de continuar con su política de separación de menores y que el gabinete se encuentra elaborando nuevos argumentos legales que les permitirían endurecer el sistema migratorio estadounidense.

La salida de la secretaria Kirstjen y su equipo fue consecuencia de su negación a endurecer las políticas migratorias y a buscar la manera de esquivar las regulaciones actuales, si bien, no podemos establecer que Nielsen es una “víctima” de la Oficina Oval, es un hecho innegable que México perdió a una de sus interlocutoras más importantes en el tema migratorio.

La situación migratoria se encuentra encaminada a una tormenta perfecta de la mano de la campaña por la reelección en el 2020 de Donald Trump.

En las siguientes semanas Trump buscará reorganizar el Departamento de Seguridad Nacional y se espera la llegada de personas leales al presidente y con una ideología similar. La situación migratoria se encuentra encaminada a una tormenta perfecta donde el sobre flujo de migrantes a través de la frontera sur de la mano de la campaña por la reelección del 2020 de Donald Trump darán como resultado una confrontación con México que apenas empezamos a ver.


Y si bien en Estados Unidos todos ven con preocupación el empeoramiento de la situación fronteriza, México hasta el día de hoy ha fracasado en elaborar una estrategia migratoria integral. La divergencia entre la Secretaría de Gobernación y la Secretaría de Relaciones Exteriores al igual que las ideas de Marcelo Ebrard contrastadas con las declaraciones de López Obrador solo han sacado a relucir que frente a Trump, México todavía no tiene los mecanismos ni las políticas para defender los intereses nacionales y fortalecer la relación bilateral.

Hace unas semanas se reportó la reunión de Jared Kushner con el presidente y el canciller, si bien hasta hoy lo que se discutió y el tono de la conversación sigue sin ser claro, hasta hoy parece que el yerno de Trump encontró una mejor química con Luis Videgaray que con el gabinete actual. De la misma forma, parte del gabinete ha buscado concentrarse en concretar la aprobación del TMEC antes del inicio de las campañas en Estados Unidos, apostando al comercio como un tema con más opciones que el tema migratorio.

Si bien, el mantenimiento del TMEC es imprescindible, su aprobación debe ser enmarcada en un plan para la relación bilateral que aborde temas comerciales, migratorios y de seguridad. México no debe caer en el error de pensar que la agenda con Estados Unidos es exclusiva de un tema ya que hoy la crisis puede ser la aprobación del TMEC o los migrantes centroamericanos, pero pronto esa crisis podría ser el desapruebo de Estados Unidos a la nueva estrategia de seguridad de la administración actual. De la misma forma, un tema ausente de la agenda de los precandidatos demócratas a la contienda presidencial del 2020 ha sido la migración, y si bien esta ausencia puede ser estratégica, es importante que México empiece a diseñar una estrategia sobre cual será su posición una vez que la carrera por la Casa Blanca empiece.

La relación bilateral pasa por uno de sus peores momentos y es poco probable que en los siguientes meses mejore, de ahí la necesidad de diseñar una estrategia integral para fortalecer la relación bilateral es de máxima urgencia, esperar a la siguiente política de Trump o el día después de la elección del 2020 podría ser la peor apuesta de todas.