Twitter: @YessUrbina
El 8 de marzo de 2020 sucedió algo histórico en nuestro país de lo que todos han hablado, pero aquí está mi versión, lo que viví y me hizo reafirmar y reflexionar sobre el camino tan largo que hay que seguir recorriendo y lo acompañada y segura que me sentí al estar rodeada entre miles de mujeres que dicen ya basta a la violencia, a la impunidad, a la desigualdad y a la invisibilidad.
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Unos días antes había estado pensando en cómo sería estar con tantas mujeres luchando por una misma causa, pero vivirlo fue algo que mi mente no alcanza a dimensionar todavía. Salieron a marchar mujeres de todos los sectores, generaciones e ideologías y es que es lo que más claro me queda de esta experiencia: somos muy diferentes entre nosotras, no coincidimos, nos desenvolvemos en ambientes y situaciones completamente diferentes una de otra, pero estamos hartas, enojadas y tristes por la situación a la que nos enfrentamos cotidianamente sin que pase nada. Salimos a exigir lo que nos ha sido negado: la garantía de nuestros derechos fundamentales, la justicia por los crímenes atroces sin resolver y las omisiones del gobierno por décadas.
Toma aérea del inicio de la #Marcha8M #MarchaFeminista #Mexico pic.twitter.com/n0GPlnRYrI
— Desirée Navarro (@DesireeNavarro) March 9, 2020
Es importante comprender que no es un grito contra la Cuarta Transformación, es un grito contra el sistema patriarcal que ha imperado por años y que no puede seguir vigente mientras matan a 10 mujeres todos los días sin que se haga justicia. Es un grito contra el silencio que esconde el dolor de ser víctima de violencia física, psicológica, sexual, económica en cada lugar al que vamos sin que suceda absolutamente nada. Es un grito para una sociedad dañada que puede recuperarse y salir adelante si cada quien hace lo que le toca.
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Tenemos al primer gobierno de izquierda, un gabinete y congresos paritarios, programas sociales orientados a mitigar la desigualdad, pero ni todo esto ha sido suficiente para mantenernos vivas y seguras, al contrario, cada día nos encontramos con un delito más atroz que el anterior. ¿Qué recibimos como respuesta? A un presidente indolente y omiso de la realidad que vivimos millones de mujeres, como si todo tuviera que girar alrededor de un gobierno que no ha cumplido lo que prometió y que no parece interesado en escuchar nuestras exigencias. Un mandatario que prefiere pedirnos que no pintemos una puerta antes de pedir a su gabinete que implemente acciones que transformen la violenta realidad que enfrentamos cotidianamente.
Y para desmitificar algunos supuestos: no, presidente, el domingo el feminismo no se disfrazó de conservadurismo; sí, el gobierno impidió a miles de mujeres que marchamos pacíficamente el acceso principal hacia el Zócalo de la Ciudad de México y además nos lanzó gas para dispersarnos, para asustarnos, pero ni eso nos detuvo, ni a mí ni a las miles de mujeres que decidimos salir a la calle convencidas de luchar por una misma causa. Tampoco éramos 80 mil ni 150 mil, fuimos millones en todos los puntos de encuentro en tantos estados que decidimos marchar el 8 de marzo y parar el 9. Somos las mexicanas exigiendo una transformación que nos incluya y nos mantenga vivas y seguras.
Agradecer también a la chava que me regaló un trozo de tela para cubrirme la nariz y la boca cuando nos empezaron a gasear frente a Bellas Artes.@Claudiashein, de todo corazón, chinga a tu madre, culera.#DiaInternacionalDeLaMujer #8M2020 pic.twitter.com/amVXdCZrF7
— Lucía (@embolicat) March 9, 2020
¿Cuántas más tienen que desparecer o morir para que entiendan?
¿Cuánto más tiene que quemarse y romperse? ¿Qué hace falta para que entiendan que lo que exigimos es algo que tienen la obligación de garantizar como gobierno? ¿Qué hace falta para que se entienda que no necesitan vivirlo en carne propia para tener empatía o un mínimo respeto? No pedimos privilegios, exigimos el ejercicio y respeto pleno de nuestros derechos. Nos ha sido negado sistemáticamente y estamos cansadas, hartas, no soportamos que ni una mujer más desaparezca sin que haya justicia, no soportamos ni una manifestación más de violencia en nuestra contra.
Estoy molesta y triste, pero también esperanzada porque las mexicanas estamos juntas, ahora más que nunca, sin importar cuánto se esfuercen por minimizarnos no vamos a dejar de luchar ni de cuidarnos entre nosotras. Estamos rompiendo estructuras y poco a poco estamos fomentando la reflexión sobre temas nunca antes cuestionados. Es un cambio paulatino, muy lento, que seguiremos empujando porque decimos que basta a todas las manifestaciones de violencia en nuestra contra. Y si no les gusta, se joden.
?Este #8M hicimos historia?
Hagamos un hilo de como lo vivieron… #RompoParo #NiUnaMenos #8M2020?@yavirarom pic.twitter.com/qvo870bBou
— El Día Después (@eldiadespuesmx) March 10, 2020
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