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Como ya se ha visto en otros rubros, el presidente Andrés Manuel López Obrador pretende hacer rendir todo lo que se genera en México, incluida la basura.
En la Cuarta Transformación se dieron cuenta ya que con un programa de reciclaje de las 86 mil toneladas de basura que se generan diario en el país se podrían obtener ingresos por más de 57 mil millones de pesos anuales; el mismo presupuesto que recibió, por ejemplo, la Secretaría de Agricultura de Víctor Villalobos para 2019.
Lo que AMLO quiere hacer con tu basura es, para que quede claro, convertirla en un negocio cuyos recursos pueda aprovechar la Federación y, de paso, desaparecer los basureros clandestinos que se convirtieron en espacios de alta contaminación.
Hasta antes de que iniciara este sexenio, apenas el 11% de los residuos eran reutilizados; el resto acababan en barrancas, bosques, ríos y tiraderos a cielo abierto; mismos que, como ya se indicó, son todos completamente ilegales.
Basta voltear a ver el basurero a cielo abierto de Minatitlán, Veracruz, o la presa Endhó en, Hidalgo. El primero es un espacio de alrededor de 30 hectáreas que afecta el agua, el aire y la salud de la población de tres municipios de aquel estado; la segunda, es uno de los focos de contaminación más grandes del país, pues recibe diariamente alrededor de 3 mil millones de litros de aguas negras procedentes del Valle de México con las que se riegan alrededor de 100 mil hectáreas de tierra cercanas a la localidad de Tula.
Presentación de la iniciativa de gestión sustentable de los residuos desde Minatitlán, Veracruz. https://t.co/dXHo8GRDqw
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) 2 de febrero de 2019
Ante ese escenario, AMLO decidió presentar, dentro de sus primeros cien días de gobierno, la Visión Nacional para el Manejo Sustentable de Residuos, programa de reciclaje y rescate de los principales pasivos ambientales que se operará a través de la Semarnat, de Josefa González Blanco.
Su implementación requerirá, por supuesto, la participación del sector privado; específicamente para la adquisición de tecnología especializada, como pueden ser los biodigestores. El esquema contempla entonces una serie de incentivos de mercado que invitará a la IP a valorizar los residuos y aprovecharlos no sólo para generar beneficios económicos, sino para impedir la acumulación de basura a nivel nacional y evitar sus efectos nocivos en la salud y en el ambiente.
Se calcula, por cierto, que el impacto económico de la contaminación ambiental ronda los 600 mil millones de pesos anuales; pues reduce la productividad del país además de incrementar los gastos en las instituciones de salud pública, las cuales destinan cifras multimillonarias para atender enfermedades respiratorias e infecciosas ocasionadas por la mala calidad del aire y del agua.
La Puerta Grande: Ya entrados en temas medioambientales, la 4T presentó también hace unos días un programa de sustentabilidad para el Alto Golfo de California, cuyo principal objetivo es combatir la pesca ilegal y prevenir la extinción de la vaquita marina; a ver si éste sí da resultados, no como el del expresidente Peña y Leo DiCaprio…pues de las treinta que teníamos, parece que nomás nos quedan doce.