Twitter: @IsaidMera
De Perfil
Por 12 años, el ahora presidente Andrés Manuel López Obrador fue la ‘conciencia de México’, el “¿qué hubiera pasado si…?” y alimentó la esperanza de quien no se sentía representado, defendido, e incluso gobernado por Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
Abanderó a millones de mexicanos que deseaban un cambio en el Gobierno, pero desde el 1 de diciembre López Obrador es presidente de la República. Él es el Gobierno esta vez.
Quienes le siguieron y apoyaron parece que por ahora mantienen firme su posición de respaldo a AMLO, pero quienes antes defendían los gobiernos de Calderón y Peña Nieto o que al menos no se sentían incómodos, se convirtieron en la oposición, en los críticos, en quienes ahora no se sienten representados por el jefe del Ejecutivo.
Ellos ahora abrazan a Meade, quien ocupó la silla de la ‘conciencia de México’, una vez que López Obrador la dejó vacía para ir a gobernar.
A José Antonio Meade le ayuda que muchos tienen de él la imagen de un funcionario decente, de alguien a quien varios ven como un tipo preparado que sabe de diversos temas, principalmente los económicos.
Pero sobre todo al exsecretario de Hacienda le ayudó el haberse quitado la chamarra del PRI, dejar la sombra de ese partido que fue severamente castigado en las urnas el pasado 1 de julio.
Ya sin la sombra del PRI, e incluso la de Peña Nieto, Meade es más aceptado en la sociedad. Hoy mismo me parece que es más respetado y querido que cuando era candidato o funcionario del pasado Gobierno (por llamarlo de alguna manera).
A ‘Pepe’, como le dicen sus amigos, se han agarrado quienes se encuentran inconformes con la elección de López Obrador, y posteriormente con sus medidas en el Gobierno.
Por ejemplo, el día que Meade tuiteó que en una servilleta hizo los cálculos de las pérdidas para México por la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) se convirtió en el tuit favorito de la oposición a López Obrador, y sus números fueron asumidos de inmediato como una verdad irrefutable de un hombre, consideran, que sabe de lo que habla.
Meade tuitea alguna otra crítica sutil al Gobierno, y suspiros se escuchan por aquí y por allá de quienes creen que él debería ser presidente.
Además, para su fortuna, los dos principales casos mediáticos en la administración de López Obrador tienen que ver con temas económicos: el NAIM y las gasolinas. Y no es raro leer que distintas argumentaciones terminen con un “Meade no lo hubiera hecho así” o “Meade no lo habría hecho”.
Por supuesto, hay quienes cuestionan el pasar de Meade por el Gobierno, principalmente lo que apunta a omisiones en escandalosos casos de corrupción y claramente no ven en José Antonio a quien debiera estar en la silla presidencial.
Pero hay que reconocer que muchos otros ven en Pepe a alguien con un manto que lo cubre de los casos de corrupción, y le consideran con una honestidad probada por varios años en el servicio público.
Para ellos, ahora Pepe es la conciencia de México, el ¿qué hubiera pasado sí…? Y es probable que se les vayan sumando quienes, por alguna u otra razón, se decepcionen de López Obrador, algo natural pues el ejercicio de Gobierno siempre desgasta, lo sabe bien el presidente, pues lo vivió y aprovechó por varios años.
El mundo giró.
La Puerta Grande: Aprovecho para agradecer al equipo de Gluc por este espacio de opinión que hoy se abre. A usted, lector, que es a quienes nos debemos los periodistas. Por acá nos estaremos leyendo. ¿Qué tal le caería darle un RT?