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Nueva administración, nuevas reglas, entramos a mayo con nuevo reglamento de tránsito en función de las Foto cívicas. Una de las principales promesas de campaña que en su momento tuvo la hoy jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, fue la eliminación de las fotografías tomadas por sistemas de empresas privadas, con las que se infraccionaba a los automovilistas de nuestra urbe, entre debates sobre seguridad vial, responsabilidad cívica, manejo de recursos y la corrupción de los mismos, hoy tenemos un ofertón, las odiadas “foto multas” son reemplazadas por las “Foto cívicas”, ¿la sanción? Educación vial y trabajo comunitario  ¿diferente nombre, diferentes resultados?

Andrés Lajous, secretario de Movilidad de CDMX, es un perfil académico de prestigiadas universidades nacionales y extranjeras, su especialidad son los temas de planeación urbana y sociología aplicada, curricularmente es un perfil docto para desempeñar el cargo que ostenta actualmente. ¿Por qué lo considero relevante? Bueno, la óptica partidista con la que políticos, usuarios de redes sociales y/o ciudadanos mexicanos critican las decisiones y proyectos gubernamentales nubla la objetividad respecto de tales políticas, observemos con aspiraciones de mejora y encontraremos beneficios.


Seamos sinceros, la educación cívica no ha sido una prioridad para los gobiernos de todos colores, tampoco para los que nos asumimos ciudadanos, en materia de participación ciudadana, cuyo vínculo es claro y estrecho a la corresponsabilidad social, tenemos meras cifras electoreras, la apatía e inconsciencia son generales; en una ciudad tan compleja como “la capital” los accidentes de tránsito son la razón de mayor cobro de vidas humanas, siendo conforme a la OMS el séptimo lugar mundial en siniestros viales. Conducción bajo el estado de alcohol y/o estupefacientes, violación de señalamientos de tránsito, manejo automotor a velocidades riesgosas y desconocimiento del reglamento de tránsito son algunas de las causas.

Ahora, reconociendo que la transparencia y apego a la legalidad no han sido emblemas de anteriores gobiernos (ya veremos cómo nos va con el actual), requeríamos urgentes reformas en la manera de aplicar normas y sanciones. Corrupción a todos niveles y por parte de servidores públicos en aras del disgusto individual al percibir infracciones, eran pan de cada día. Las opciones cambiaron, un sistema de puntos implementado y controlado por la SEMOVI con base en tolerancia a los infractores o capacitación y trabajo comunitario para los reincidentes. Países europeos y ciertas normativas estatales estadounidenses marcan el trabajo comunitario como principio correccional de sus sociedades, implementar sanciones no económicas puede “doler” más que el pago por concepto de multa vial y servir en definitiva al espacio público del que también participamos en perjudicar.


Por supuesto hay disidencias entre grupos que consideran correctas las acciones jurídico – políticas al reglamento de tránsito, hasta aquéllos que aunque molestos por su infracción, continúan infringiendo la norma. Nunca se tendrán contentos a todos, y ese en parte es el gran dilema, ejercer nuestras decisiones individualmente sin importar el daño que podamos causar a otros y a nosotros mismos, en egoísmo conocido, a la par de la indiferencia que tenemos para el manejo cotidiano en las calles chilangas… y así queremos ocuparnos de la seguridad que tanto carece en nuestro país, cuando no podemos cumplir con las obligaciones mínimas del que se llama “ciudadano mexicano”.