Twitter: @bufalolmangas
“Libre soy, libre soy. No puedo ocultarlo más. Libre soy, libre soy”, canta Margarita —y no La diosa de la cumbia— luego pregunta si ¿firmaríamos para que cumpla su sueño de conformar un nuevo partido político?
A varios no se nos olvida cuando el Instituto Nacional Electoral (INE) le dijo:
“Querida, Zavala, ¿de dónde sacó usted estas fotocopias?”
Y le quitó 700 mil firmas que el instituto consideró como invalidas para que obtuviera su candidatura independiente.

Todavía en Acción Nacional, Margarita Zavala quería el apoyo del entonces emberrinchado Ricardo ‘Chicken Little’ Anaya, quien aprovechó su posición al frente del partido para sacarla de la jugada en su aspiración a la presidencia y provocar su salida.
“No es un movimiento para mi candidatura, por mí, sí descártenme”.
Aseguró Margarita luego de presentar su proyecto Libertad y Responsabilidad Democrática, alias Libre.
También aprovechó para aventarle una pedrada al ya de por sí rostizado Anaya:
“Yo sí quiero hacer una organización política y que me dedique a eso, como a mí me hubiera gustado, que en su momento, el jefe nacional del partido en el que estuve se hubiera dedicado a ser jefe nacional”.
Alguien en su equipo de asesores debería decirle “Margarita, cálmate po favó” porque si de verdad quiere convencer a los ciudadanos de apoyar Libre, debe olvidar las derrotas de la última elección, pues tan no convenció ni levantó en las encuestas que se retiró prematuramente.
“Te pareces tanto a mí, que no puedes engañarme”, le cantaría López Obrador a Calderón y Margarita: tanto lo criticaron por irse a formar un nuevo movimiento político que lo llevara a la Presidencia y ahora ellos lo están emulando con Libre. ¿Les alcanzará la credibilidad para convertirse en una fuerza política que desbanque al PAN, partido que volvió a perderse en el limbo tras la muerte de los Moreno Valle?
Sin duda creo que alcanzarán las firmas suficientes —desempolven la fotocopiadora, cómo no—, ya estamos más que acostumbrados a la formación de partidos satélites. Aquí el gran reto de Margarita Zavala es asumir un liderazgo que no vimos durante la campaña electoral para convencer a los panistas que están ávidos de un bloque de contención para Morena.
El factor Calderón, si bien es un brazo fuerte en la derecha nacional, le puede atraer muchos negativos entre la mayoría de la población que calificó al expresidente con tache al final de su sexenio: recordemos que en su último año registró una aprobación del 49 por ciento, de acuerdo con Consulta Mitofsky.
En el imaginario colectivo persiste la idea de un Felipe Calderón que inició la guerra contra el narco —con saldo de 121 mil 683 muertes violentas, según datos del INEGI— decisión que ha defendido como necesaria para el bien de la nación.
Soy juarense y lo vivido en el sexenio de Felipe Calderón me hace despreciarle a él y a su esposa.
Gracias a ustedes mi adolescencia fue terrorífica: presencié ejecuciones, viví extorsionada y perdí mis sentidos de libertad y seguridad.
Que ofensa la de @Mzavalagc.
— Andrea Chávez (@AndreaChavezTre) January 23, 2019
Muchas de las familias de esas víctimas directas y colaterales siguen, seguirán, morirán esperando una disculpa o que en algún punto Calderón acepte que se equivocó.
No sucederá. Entonces, ¿por qué los mexicanos tendrían que apoyar a un partido político cuyos fundadores cuentan con credenciales manchadas de rojo? Con ese currículum, yo no les daría mi firma.