Twitter:  @MauricioAceves 

El terrorismo es un concepto sin consenso universal debido a la forma poco objetiva en que se ha enunciado en múltiples y documentados casos –existen aproximadamente 150 definiciones de terrorismo-, la palabra terrorismo frecuentemente se ha ajustado a intereses particulares y a la oportunidad política, sin embargo, las múltiples definiciones de terrorismo identifican en su mayoría elementos comunes, a) la violencia es premeditada; b) es dirigido a un grupo particular; c) envía un mensaje político, social, religioso, etc. mediante la propagación del miedo; y e) tiene efectos que trascienden a las víctimas directas.

El terrorismo es un fenómeno cuyas características particulares son condicionadas por la región en donde se desenvuelve o tiene origen, la organización terrorista tradicionalmente es un grupo cohesionado en idea pero variable en estructura, puede formularse a partir de células extremistas de logística básica o de organizaciones especializadas de alcance internacional, en ambos casos relacionados a la violencia y ajenos a objetivos económicos, cuentan con capacidad de acción militar insuficiente para enfrentar Estados de forma directa (ISIS fue una excepción entre 2014 y 2017), buscan infringir daño o llamar la atención del mundo teniendo a la violencia extrema como principal vehículo, potencializado por los flujos informativos.

Entre las mayores causas de la indefinición del concepto se encuentra la clasificación “conveniente” de este tipo de actos, algunos hechos son considerados actos terroristas con mayor soltura que otros en función de la realidad política, por lo que el terrorismo es utilizado en ocasiones para describir actos ejercidos  por actores enemigos, sin embargo, acciones semejantes ejercidas por actores aliados no suelen considerarse como terroristas, por lo que innegablemente el concepto ha tenido uso político y sensacionalista que busca traficar con emociones o justificar conductas detestables.

Entiéndase terrorismo si el acto lo comete algún enemigo, freedom fighters si se trata de algún simpatizante, efectos colaterales si son aliados los implicados; la tragedia es igual en todos los casos.


El profesor de la Universidad de Saint Andrews, Diego Muro, en su artículo titulado “¿Es eficaz el terrorismo?, enfatiza que el terrorismo no ha logrado los objetivos estratégicos que se propone, ya que el extremismo violento como estrategia tiene repercusiones mínimas en los conflictos, únicamente permite obtener éxitos tácticos en términos de publicidad, ya sea para llamar la atención en relación a una causa, radicalizar militantes o atraer a nuevos simpatizantes, las actividades terroristas han demostrado ser ineficientes en estrategia para la consecución de objetivos, sin embargo, tales hechos no han influido en la despresurización de la comisión de actos terroristas.

El 9/11 (2001) es el ejemplo más citado, si bien el evento logró captar la acción del mundo y en definitiva cambiar el orden mundial al inicio del siglo, no tuvo efectos estratégicos militares favorables para Al-Qaeda (La Base), el grupo consecuentemente se convirtió en el principal objetivo de Occidente, lo que representó el inició de su extinción.

El uso sistemático del terror en los puntos rojos del mapa geopolítico es una verdad incómoda que pasa desapercibida en los medios internacionales, la falta de consensos conceptuales en la materia y la maleabilidad de las narrativas mediáticas de los conflictos de baja intensidad, son factores que no pueden ser desestimados en los esfuerzos internacionales para combatir los extremismos que dañan irreparablemente a la humanidad.