El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se prepara para visitar El Paso, Texas, y Dayton, Ohio, dos de los lugares de los recientes tiroteos masivos.

Sin embargo parece ser El Paso el lugar que más resiste a la visita de Trump. Desde activistas hasta políticos se han pronunciado en contra de que el presidente visite el lugar.

Por ejemplo, el candidato a las primarias del Partido Demócrata Beto O’Rourke, originario de la ciudad fronteriza manifestó su desaprobación a través de su cuenta de Twitter. “Este presidente, que ha ayudado a crear el odio que hizo posible la tragedia del sábado, no debería venir a El Paso”, escribió hace unos días. “Él no tiene sitio aquí”, sentenció.

Además, la agencia de noticias Reuters recoge el testimonio de Rachel Cheek, una activista del lugar. “Él es cómplice de esta violencia y de todo el terror que estamos viendo”, señaló la joven de 26 años.