En su primer mensaje en cadena nacional, el presidente Donald Trump apeló a los estadounidenses para convencerlos de su mayor promesa de campaña: construir el muro fronterizo.

Su discurso estuvo basado en los mismos argumentos que utiliza desde el 2016: los migrantes que entran ilegalmente a Estados Unidos representan una amenaza a la seguridad nacional; las drogas que se trafican, la muerte de miles de ciudadanos, y es necesario construir el muro que se pagará por sí mismo.

Agregó, además que el cierre de gobierno que lleva 17 días es debido a que “los demócratas no quieren dar los fondos (para el muro)” y condicionó la apertura del gobierno a los mismos.

Sin embargo, la sorpresa la dio en el tono de su discurso, sin mostrarse tan visceral. “No se construyen muros porque odies a las personas de afuera, lo haces porque amas a los de adentro”.

Después de su intervención en cadena nacional, los representantes demócratas Nancy Pelosi y Chuck Schumer advirtieron que no cederán los fondos para el muro y pusieron de por medio el interés de los trabajadores afectados por el cierre del gobierno: “no hay razones para seguir dañando a los estadounidenses”.

En un tono más conciliador, los demócratas aseguraron que también quieren una frontera más segura, pero no como la plantea el presidente. “El símbolo de Estados Unidos debe ser la Estatua de la Libertad, no un muro”, dijo Schumer.